La crisis es Simeone
La palabra crisis ha sido, tradicionalmente, utilizada para significar las malandanzas de Real Madrid y Barcelona. Tal parece que nunca ha habido otra crisis que no haya sido la que ha afectado a los dos grandes. Del Atlético se ha acabado diciendo que es el Pupas y con ello se han magnificado sus momentos de infortunio. Esta temporada se ha llegado ya a la peor de las situaciones. Tres derrotas y distancia casi imposible de remontar con respecto a la cabeza de la Liga, han llevado a considerar que la cuestión ya es auténtica crisis. Sobre todo, porque el hasta ahora intocable entrenador, Cholo Simeone, comienza a estar en el terreno de las dudas. Diez años en que ha llevado al equipo por sendas triunfales con la victoria de la pasada Liga ya no son argumento suficiente para concederle ni siquiera el beneficio de la duda.
El club ha hecho en los últimos años las mayores inversiones de su historia. En un abrir y cerrar de ojos recuperó a Griezmann y contrató a Luis Suárez para que formaran con Joao Félix un trío capacitado para las grandes gestas. Sucede que al Cholo no le gustan los artistas, Es partidario de los corredores de fondo. De ahí que nunca componga un centro del campo en el que haya un par de futbolistas expertos en ordenar el juego con la mejor de las técnicas. Simeone, amigo de los espectáculos pidiendo en la banda la participación de los aficionados, no ha sido capaz todavía de componer una alineación en la que pudieran jugar juntos Joao, Suárez y Griezmann.
La decadencia del equipo, que se ha quedado a distancia casi imposible de superar con respecto al líder, el Madrid, se ha consumado. El Atlético de Simeone ha ganado muchos partidos con diferencias mínimas, pero si el año pasado conquistó la Liga fue, entre otras razones, por los 21 goles que marcó Luis Suárez. Éste puso pies en pared el sábado cuando de nuevo se vio relevado. Tiene la sensación de que es el primer recurso que se le ocurre a Simeone para cambiar el equipo. Es cierto que lleva una mala racha como goleador, pero no es el culpable total de que ello suceda. Tal y como juega el Atlético, a un nueve como Suárez le resulta muy difícil poder encarar la portería. El Atlético no crea grandes ocasiones de gol y de ahí la pobreza de su casillero. En lo que va de campaña ha marcado 28 tantos, los mismos que el Sevilla, pero por el contrario, a Oblak le han contabilizado 20 y al sevillista Bono, 12. Estos datos ponen de manifiesto que el cholismo, basado fundamentalmente en grandes defensas, hace aguas en este apartado. Hablar de crisis colchonera no es exageración. Aunque la mayor es la de Simeone.
Posdata. La campaña del Rayo Vallecano no es un milagro. Está clasificado en puestos europeos que difícilmente podrá mantener, pero en casa es inexpugnable y en modo alguno puede ser considerado miembro del cupo de los que han de luchar por la simple permanencia.