Zinedine Zidane ha perdido, Liga, Copa del Rey y Liga de Campeones. Con estos resultados, y la eliminación copera ante el Alcoyano, cualquier club le habría dado la boleta. Zidane ha dicho adiós y lo ha hecho poniendo pies en pared. Ha venido a decir que no contaba con el apoyo de la entidad. Ha lanzado al mercado frases inconcebibles en quien siempre ha tenido actuaciones moderadas. En su despedida, mediante carta exclusiva para el diario “AS”, indirectamente, aunque se entiende todo, ha lanzado varios dardos a Florentino Pérez. Me temo que éste no le contestara. Sospecho que el presidente tiene ideas concretas sobre el futuro y al entrenador le han parecido poco entusiasmantes.

Zidane ha contado en las dos etapas de entrenador y en la de jugador, con más que el aprecio del presidente, Ha tenido toda clase de plácemes y si bien esta temporada los resultados no han acompañado, si se ponen en el currículo los éxitos de la primera etapa también se puede contar con que en las tres últimas temporadas ha ganado una liga y todos sabemos que tanto mérito puso su equipo como facilidades y demérito aportó el Barça, que hizo lo peor que se puede hacer cuando el equipo va hacia el título.

A Zidane, en otro club, le habrían despedido cuando el equipo se encontró a once puntos del Atlético de Madrid que viajaba a toda vela. El conjunto no ha dado grandes satisfacciones y si se ha quejado de que con los periodistas ha hablado más de cuestiones contractuales que de fútbol, también se puede argüir que ha sido el entrenador que menos explicaciones técnicas ha dado durante su estancia en el banquillo.

Sorprende que se haya despedido de manera tan amarga. Probablemente, no ha comprendido las razones por las cuales el futuro inmediato era tan razonable como poco alentador. El club ha invertido 1.000, millones en el estadio y ha perdido 200, en la pasada temporada. En la actual las cuentas volverán a ser similares y con 1.400, millones a la espalda es poco probable que el presidente se planteara la propuesta del entrenador de un proyecto a varios años.

Zidane se ha despedido con frases en las que constata que se va con dolor y que se ha sentido solo y no se le han reconocido los éxitos anteriores. Le ha dolido que se haya puesto en cuestión su labor. Tal vez la carta merecería una lectura menos apasionada de la que se está haciendo. La razón, seguramente, está a medias entre Zidane y Florentino. La política del presidente ha estado más allá de las decisiones deportivas.

Posdata. La sustitución de Zidane no está siendo fácil. Los deseados se han comprometido con otros. La alternativa Raúl sería patata caliente para éste. Mal momento para debutar.