El Barcelona confirmó su triunfo en la Liga al derrotar en el Camp Nou al Levante. Lo hizo con el inevitable gol de Messi y estuvo a punto de demorar la celebración porque en el último minuto los levantinistas estrellaron un balón en el poste. Habría sido la gran decepción porque el presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, estaba en el palco con la copa preparada para entregársela al capitán azulgrana, que en este caso fue Messi quien estuvo en el banquillo durante todo el primer tiempo. Valverde recurrió a él tal vez por dos razones: una, asegurar la victoria y otra, que recibiera el trofeo con el brazalete de capitán. La anécdota de la entrega estuvo en el hecho de quien portaba el trofeo, el Presidente, había sido jugador levantinista y como granota se siente.

El Barça ha sido casi fácil ganador porque salvo en cuatro jornadas siempre ha sido líder. Su permanencia en el lugar y los puntos de diferencia que fue sacando a los dos equipos de Madrid lo han llevado a concluir con antelación. Tal y como está sucediendo en los últimos años el dominio barcelonista es evidente. Lo fue con Guardiola y Tito Vilanova y lo ha seguido siendo con Valverde que se ha anotado dos títulos consecutivamente.

El Barça, que se ha proclamado campeón y está a la espera de ser finalista en Europa y campeón de España si derrota al Valencia, lleva camino de un ansiado triplete que consumaría todos los esfuerzos de la directiva por potenciar la plantilla en la que junto a grandes aciertos como los de Lenglet y Arthur y a ratos Coutinho, no ha sentido el frío de la salida de Neymar que en Francia tampoco está convirtiéndose en líder indiscutible. Su equipo, el Paris Saint Germain, ha ganado la Liga como en años anteriores pero ha fallado en la Copa. Y Neymar ha sido protagonista de un escándalo que le ha sido recriminado por el club y los aficionados. Tal vez esté buscando nueva salida. No parece sencillo que consiga nuevo contrato multimillonario. No destila fe. Sus salidas de pata de banco son demasiados frecuentes y un jugador que cuesta tanto es preciso que rinda de acuerdo con ello. Sus aficiones extrafutbolísticas no son las más deseables. En el Barça parece que no van a hacer ningún esfuerzo por recuperarlo y da la impresión de que el Madrid tampoco están por la labor. Es tanto como meter un adversario en la plantilla.

Posdata. El Barça ha cumplido pero Sevilla, Getafe y Valencia que aspiran a la cuarta plaza han desaprovechado la oportunidad de asentarse o alcanzarla. Los tres han perdido. Y peor el Valencia que ha caído con el Eibar en casa.