Simeone y Griezmann agobian al Atlético
El Atlético de Madrid pasó por tiempos económicamente muy difíciles y logró sobreponerse con un préstamo de Peter Lim, de unos treinta millones de euros que éste quiso convertir en acciones a lo que se negó la dirección del club, que acabó por devolverle lo prestado. Luego entró Wanda. que no solicitó mando en plaza, y pausadamente y acompañado por los buenos resultados deportivos el club se rehízo y cambió el Calderón por el Metropolitano al que le quedó el prefijo de Wanda por razones obvias. Ahora la sociedad está entrando de nuevo en crisis. Fundamentalmente, por cuestiones económicas. Pero esta vez forzado por decisiones que tomadas de buena fe han envenenado a la plantilla. No hay buena salida porque los contratos de Simeone y Griezmann han puesto a varios de los futbolistas reclamando dineros que ya no se pueden pagar salvo que se entre en bancarrota a lo que se opone el actual sistema del “fair play” financiero al que le obliga la Liga y vigila la UEFA.
Simeone se ha ganado la voluntad de la directiva y el favor de los aficionados. Ha conseguido llevar a la creencia general de que los mejores años atléticos han sido gracias a él. Hay la creencia de que todo se debe al Cholo y que en su ausencia el equipo no volvería a ganar un título. Existe la teoría de que fuera de Simeone los éxitos no son posibles. De ello se valió el entrenador que un año hizo amagos de fuga y el club le firmó uno de los tres mejores contratos del mundo en el ámbito de los entrenadores.
Griezmann jugó con la posibilidad de marcharse al Barça y después de juguetear acabó jurando amor eterno al club. Para ello medió un contrato fantástico. El que nunca jamás ha tenido un jugador del equipo y ni siquiera el de varios juntos. Supo jugar sus bazas y ganó. Ahora hay varios futbolistas pendientes de la renovación de contrato y el club no halla el modo de contentarlos. La economía ya no permite aumentos como los que demandan y por ello en el vestuario hay más que desazón. Godín, que ha ganado toda clase de merecimientos, no acepta la oferta y por el camino de la mejora está Thomas que no es precisamente la estrella del conjunto. El contrato de Diego Costa tal vez incline a buscarle una salida en China. Por si faltaba algo, Lucas se quiere ir al Bayern que pagará la cláusula. Para compensar a los demandantes hay que vender y aún con ello las aspiraciones de varios de ellos, que se miran en el espejo del entrenador y de Griezmann no son fácilmente aceptables. Crisis profunda.
Posdata. Griezmann dijo que come en la mesa de Messi y Cristiano. Por el salario, casi.