Solari actúa como incendiario
Santiago Hernán Solari está manifestándose incendiario. Independientemente de que los resultados no le están favoreciendo, ha tomado medidas y ha hecho declaraciones en las que ha puesto el madridismo en situación inquietante. Acostumbrados a las conferencias de prensa en las que Zinedine Zidane, que siempre echaba agua al vino para que no subiera los grados, Solari parece no darse cuenta de lo que está viviendo. La infamante derrota ante el CSKA, la peor de cuantas ha sufrido el Madrid en competiciones internacionales da la impresión de que no ha existido. Solari tampoco se da cuenta de lo que manifiesta el público.
El juego del equipo es pobre y los resultados impropios de una plantilla en la que hay tantas figuras y en la que el club ha invertido tantos millones de euros. El público silba al equipo, silba a determinados jugadores y para el entrenador tales actitudes no existen. En sus declaraciones está empeñado tergiversar lo que ha sido obvio. Cuanta los hechos contrariamente a lo realmente sucedido.
Solari no está ganándose la confianza del vestuario. Tampoco ha sabido manejar los egos. Ha convertido a Isco en un problema. El jugador salió de una intervención quirúrgica de apendicitis de la que necesitaba recuperarse y en lugar de acompasar los tiempos lo ninguneó. Isco, que no parece miembro del cuerpo diplomático, respondió de manera poco plausible. La cuestión está en tales extremos que parece aconsejable que el futbolista encuentre nuevo vestuario. En el del Madrid no ha hecho nido. En su problema con el entrenador aflora la idea de que sus compañeros, al menos algunos, no han estado a su lado. La denuncia de Marcelo, diciendo que había renunciado a llevar el brazalete de capitán, no ayudó a calmar ánimos.
Isco ya no cuenta con el favor del público. No han tenido mejores actuaciones algunos de sus compañeros catalogados como excepcionales, pero la inquina del público no es tanta. Al cabo de los años se ha demostrado que Benzema puede ser timón del barco. Ha mejorado extraordinariamente sin la sombra de Cristiano. Asensio, por el contrario, ha entrado también en la zona de dudas.
Posdata. Bale, de nuevo lesionado. Es de cristal, pero por lo que costó, de Murano.