El Chopito se queda en San Mamés
En más de cincuenta años que he seguido de cerca la vida del Real Madrid he conocido una historia tan inquietante como la del frustrado fichaje del guardameta vizcaíno Kepa Arrizabalaga. Éste, finalmente, ha renovado contrato con el Athletic, su club de toda su vida. La entidad vizcaína ha conseguido mantener en sus filas al portero cuyo futuro se entiende muy prometedor. Es el heredero de “El Chopo”, José Ángel Iribar, y tiene todas las posibilidades de acudir al Mundial de Rusia como tercer portero. Es un caso en el que decir que su ilusión era continuar en casa es mentira piadosa. Ha cantado la palinodia obligado por las circunstancias. Se queda porque en el Madrid lo han ninguneado, lo han despreciado y creo que humillado.
En el Bernabéu tuvo que pasar el reconocimiento médico. El interés del club era que ingresara en el periodo de enero. En Bilbao se habían hecho a la idea de que la perla dejaba de estar en su collar. El chico quería que no se retrasara su incorporación porque temía que aguardar al cambio en junio podía convertirlo en apestado y estar en el banquillo como castigo. En su mente estaba el recuerdo de lo sucedido a Fernando Llorente. En su caso, San Mamés sí paga traidores.
Zinedine Zidane ha sido el único consecuente, el único que se ha mantenido firme desde el comienzo. Dijo por activa, pasiva y perifrástica que no quería un portero, que le bastaba con Keylor Navas, que por cierto está haciendo una gran campaña como en la anterior. La llegada de Kepa suponía el despido de Casilla y meter la discordia en el vestuario. Zidane se iba a encontrar con que el fichaje del club no tenía que ser suplente porque así lo demandaban quienes lo contrataban. Dejarlo en el banquillo era castigo y, probablemente, su ausencia del Mundial. La compleja papeleta se ha resuelto de manera inesperada. El chico ha salido ganando económicamente en su club, pero tendrá que pasar por el túnel cuya luz tardará en ser deslumbrante. Kepa está marcado. De momento, no cuenta con la plena confianza de la parroquia. Hasta hace dos días no era de los suyos y eso lo arrastrará.
Una de las excusas aportadas por la Casa Blanca ha sido lo de la pequeña lesión que padece y que es insignificante. La coartada para prescindir de sus servicios ha sido decir que no estaba para debutar inmediatamente. Sólo Zidane ha ganado autoridad moral.
Posdata. En el Madrid vuelven a su mayor ambición. Fichar a De Gea jugador con nacencia colchonera.