Sin jugones y con la BBC
El Deportivo avisó pero no pasó de ahí. Después de marcar el gol, que sorprendió al Bernabéu e hizo reproducir, momentáneamente, los fantasmas de la crisis, el Madrid puso en marcha su trituradora, la que le ha faltado en partidos importantes, y llegó al séptimo gol que fue solaz para la parroquia y vergüenza para el deportivismo. El equipo madrileño no necesitó grandes esfuerzos para hacerse con el partido. La verbena comenzó con Nacho en plan estelar y Bale convertido en la figura que tanto se ha echado de menos.
Fue tan fácil poner el marcador muy a favor que a los jugadores ya plenos de confianza les salía casi todo. A los deportivistas les ocurría lo contrario. Ya no sabían a qué jugar. Ni siquiera supieron defenderse para evitar la goleada. Hasta fallaron la mejor opción para batir por segunda vez a Keylor que habría aminorado el palizón.
Es posible que el madridismo vuelva a creer plenamente en su equipo. Es probable que sin jugones en el centro del campo, con trabajadores como Modric, Kroos y el siempre eficaz y contundente Casemiro se empiece a creer en que la mejor versión es la de la BBC. Mayoral, falto de partidos, no hizo nada para que la reaparición de Benzema no pareciera injustificada.
La casi incivil goleada al Depor no debe convertir los días de modorra en jornadas de fiesta mayor. El equipo no jugó bien en dos meses, pero no estaba muerto. Tampoco estaba tomando cañas porque apareció en el césped con caras poco risueñas. No era para menos y la imagen menos entusiasmante fue la de Cristiano, que marcó dos tantos y no puso cara de jota. Menos aún cuando le dieron un recado en el rostro en el último remate en el que logró su segunda diana. Ganó el Madrid de manera arrolladora al Depor, que de mantener el espíritu del Bernabéu parece apuntado al descenso, y no hubo entusiasmos indescriptibles. Dio la impresión de que los futbolistas se sentían culpables de lo ocurrido hasta entonces y pedían perdón por sus pecados. Aún les queda cumplir la penitencia.
Posdata. Fichar a Neymar sería más que un golpe de efecto. Cornada en la femoral del Barça.