Luis Enrique y Simeone se la juegan
Luis Enrique necesita ganar la Copa para tener varios ases en la mano para continuar en el Barcelona y de manera brillante. Ganar al Atlético en la semifinal es la primera etapa. Cholo Simeone precisa conquistar el campeonato copero porque con ello cerraría la mejor etapa del club en los últimos años. Están en disputa prestigio y dineros de los ambos clubes. Se juegan los entrenadores más que en campañas anteriores. Los dos están prácticamente fuera de la lucha por la Liga y el torneo europeo es futuro lleno de incertidumbres.
Los dos entrenadores han ido de más a menos. Lo obtenido por el Barça tras los años gloriosos de Pep Guardiola y Tito Vilanova no era fácil de revalidad. Luis Enrique mantuvo el alto nivel. Su equipo, ahora, ha perdido encanto porque con los tres delanteros con que cuenta precisan el juego que antaño tanto gustó en el ambiente futbolístico mundial. El entrenador asturiano, sabedor de que mantener el estilo era muy difícil, ha intentado crear una fórmula alternativa dado que para el toque no cuenta con Xavi, que era el forjador de la idea. Cuando Messi no está iluminado ninguna de las tácticas a emplear tiene consecuencias satisfactorias. Al final, sucede que todo depende de un jugador. Al Calderón, encima, acude sin Iniesta y Busquets dos de los guardianes de la vieja escuela.
El Atlético da síntomas de agotamiento. Durante mucho tiempo se ha dado gran valor al profesor Ortega que ponía a los jugadores en espléndida forma. Los futbolistas también cumplen años y tras el esfuerzo de campañas precedentes no aguantan el esfuerzo titánico al que estaban obligados. Simeone es el primer convencido de que tiempo pasado fue mejor.
La eliminatoria, no obstante, es previsible que se dispute con las grandes emociones que suelen aportar ambos conjuntos, independientemente de los cambios que se produzcan en las plantillas. Atlético y Barça garantizan, desde hace muchos años, partidos casi frenéticos e incluso, en ocasiones, con marcador de fiesta mayor.
Posdata. Jesé ha vuelto a Las Palmas cono hijo pródigo. Fue ilusión del Bernabéu y lo ha repudiado el París Saint Germain.