El Barça golea sin Messi
El Barcelona, sin Lionel Messi, golea en Gijón. El Real Madrid, con Cristiano, sólo obtiene el empate en Las Palmas. El equipo barcelonés, con otra alineación “made” Luis Enrique, es decir, llena de suplentes, da la impresión de que sin su gran figura y otros titulares no ha perdido potencial. El equipo del Bernabéu, para dar mejor imagen, ha de recurrir a futbolistas de menos “glamour” para mantener el espíritu de victoria hasta el último minuto. Contra el Villarreal fue expulsado Chendo porque reclamaba más minutos al árbitro contando con la gran fortuna que acompaña al equipo en los instantes finales. Zinedine Zidane, que es más sensato, que suele responder a los periodistas con sentido común, dijo que no hay que ganar los partidos en los suspiros finales. Que hay que ganar con la debida antelación. Sucedió en Las Palmas que fue en los últimos instantes, en contra de su hábito, cuando llegó el empate que le ha llevado a dos igualadas consecutivas.
Desde el punto de vista de Luis Enrique confirmar el descubrimiento de Sergio Roberto como lateral derecho es medida apreciable. Rafa Benítez apostó, en el tiempo que le dejaron, por Casemiro y Lucas Vázquez. Zidane ha perdido momentáneamente al brasileño, pieza fundamental en el centro del campo, e insiste en contar con Lucas para los momentos en que haya que reaccionar y reactivar el juego de ataque. Lucas Vázquez suele crear más jugadas de peligro para el marco contrario, en los minutos de regalo que suele tener, que todos los grandes astros de la delantera en noventa.
Luis Enrique echa manos de teóricos suplentes como Arda, Mathieu, Digne, André Gomes, Rafinha y Denis Suárez para refrescar el equipo y compartir las dos grandes competiciones, Liga y Europa, pese a los peligros que ello conlleva como se demostró ante el Alavés. Zidane también cuenta con Marcos Asensio e Isco lo que significa que no quiere depender sólo de once. Desafortunadamente para él, en el momento actual apenas cuenta con Cristiano. Mandarle al banquillo empieza a ser espectáculo desconocido y que tal vez podría tener sus peligros. Aunque por mucho amor a Cristiano, Florentino también estima a Zidane.
Posdata. El amarillo era el color gafe para Luis Aragonés. También parece ser que lo es para Zidane. Villarreal y Las Palmas, dos empates consecutivos.