Sufrió el Barça, pero fue el único que ganó
Los grandes expertos en preparación física planifican el estado de forma de los futbolistas en varias etapas con el fin de que puedan llegar al término de la temporada, cuando se disputan todos los partidos decisivos, óptimamente. Los modestos suelen poner a pleno rendimiento a los jugadores en los primeros meses con tal de tener colchón para cuando llegan los momentos difíciles. Los conjuntos pasan por etapas que crean incertidumbres y en realidad, en ocasiones, sus debilidades se deben al plan del cuadro técnico. Por ello, cuando se trata de los grandes saltan las alarmas. Es lo que ha sucedido esta semana con el pobre juego desarrollado por el Barcelona en Málaga, el Madrid no mejoró con Zidane y el Atlético pinchó en casa.
El Barça jugó sin Neymar, Piqué, Alves y Jordi Alba lo que podía haber sido coartada suficientes para justificar lo ocurrido. Dado que no ha sido el primer partido en el que se han observado tantas deficiencias, lo probable es adjudicar a la planificación la caída. Todos los equipos pasan por etapas casi sorprendentes porque no se ajustan a lo que de ellos se espera. En este contexto cabe incluir al Real Madrid que ha pasado su letargo antes de los que cabía esperar. Pero si en el Barça se puede contar con que ha tenido que jugar el Mundialito y con ello rompió el ritmo habitual, al Madrid se le puede adjudicar la precaria preparación de la pretemporada como ha denunciado Modric quien dijo que volaban más que se entrenaban.
Zinedine Zidane, entrenador nuevo en esta plaza, ha tenido la buena idea de someter a sus futbolistas a un plan de preparación nuevo ya que sus irregularidades y bajones físicos en las segundas partes, probablemente, se debían a los errores de comienzo de campaña. El Madrid está intentando recuperar el tiempo perdido. No fue culpa de Benítez, sino del club que mando al equipo, sin ir más lejos, a Australia. También a China.
El golazo de Cejudo de volea extraordinaria al comienzo del partido obligó al Madrid a jugar contrarreloj. Danilo suplió a Carvajal y no lo hizo mejor que éste; James recuperó la titularidad y estuvo para ir a escardar cebollinos; Isco no pasó de las buenas intenciones y Cristiano, obsesionado como siempre por el gol, marró las mejores ocasiones magníficas. Modric y Kross salvaron los muebles del primer tiempo en el que el Betis jugó sin complejos. Modric fue el mejor hasta el final. La salida de Carvajal mejoró el juego de ataque madridista.
El Atlético no pasó del empate ante el Sevilla en el Calderón y ello le supuso igualar a puntos con el Barcelona, que aún tiene un partido pendiente contra el Sporting. En la próxima jornada, el Atlético ha de visitar el Camp Nou. De salir derrotado se quedaría a tres puntos de la cabeza con la amenaza de que sean seis cuando los azulgrana recuperen la jornada aplazada por el Mundialito. Seis puntos serían tanto como cercenar las ilusiones creadas hasta ahora. El equipo madrileño tiene la mejor defensa de la Liga, pero delante no tiene la pegada necesaria para un campeón. Con media hora de juego contra diez y no marcar es síntoma preocupante. El equipo dirigido por Simeone se ha distinguido siempre por su fortaleza física durante toda la campaña. Tal vez ahora entre en el bache posnavideño, que también es frecuente.
Posdata. El Madrid vistió de gris y en televisión fue difícil distinguir a madridistas de béticos. El árbitro no se dio por enterado y es internacional.