Atlético de Madrid y Barcelona se juegan hoy el paso a las semifinales y más que eso porque cuentan las aspiraciones de los madrileños y la que se presume resurrección de los azulgrana. Simeone hizo escuela con lo de partido a partido de manera que hasta los líderes políticos plantean así sus campañas. Ocurre que esta vez no se trata del encuentro en el que se ha de ayudar a construir la regularidad, sino hay que obtener la clasificación. No hay otra oportunidad. Se han retado los delanteros. Unos, para aumentar el gol de diferencia y los otros, para remontarlo.

El Atlético ha encontrado en Griezman el estilete atacante que necesitaba para afinar más su contragolpe. El francés forma buena pareja con Torres y con Mandzukic. Se aviene bien con los dos delanteros en quienes ha de confiar el entrenador. Como sucedió en el Camp Nou, no parece probable que Simeone alinee a los tres juntos, salvo que ello tenga que ser medida a la desesperada.

El entrenador del Atlético ha usado fórmulas distintas para derrotar al Barça y en la presente campaña no lo ha conseguido en Liga ni en Copa. El entrenador barcelonés, Luis Enrique, que ya ha encontrado el equipo ideal y que comienza a renunciar a los grandes vuelcos, se supone que tratará de manejar el juego como es habitual, es decir, con la mayor posesión de la pelota. Ante el Atlético actual, perderla en medio campo es correr el riesgo de que el contragolpe le haga profundas heridas.

El Barça ha conseguido despertar a Messi, que forma peligrosa dupla con Neymar. Éste se ha acoplado el juego del argentino y da la impresión de que ya se entienden de memoria. Atlético y Barça se juegan el pase a semifinales de la primera Copa de Felipe VI más que con su fortaleza defensiva con su capacidad para el contraataque.

El juego del conjunto madrileño, con Simeone, se ha caracterizado por el juego solidario, la exposición al límite del reglamento, la lucha sin relajaciones y en la capacidad para llegar al área rival y aprovechar las jugadas a balón parado.

El Barça, que ha pasado por momentos de incertidumbre porque ha protagonizado partidos en que ha perdido sus raíces, su imagen, sus mejores características, parece que ha vuelto donde solía aunque sólo sea en parte.
Los partidos entre ambos equipos siempre han ofrecido grandes emociones y en ocasiones, goles hasta el final. Esta vez la solución está en los pies de Messi y Neymar, por una parte y en Griezman y Torres, o Mandzukik por la otra. Va a ser reto de delanteros. El Barça confía en que a tal batalla se una de una vez Luis Suárez.