La purga
La disputa del campeonato del mundo de 2014 en Brasil condiciona la temporada de fútbol hasta el extremo de que hay quincenas sin descanso. Ayer lunes terminó la décima jornada de Liga y hoy comienza la undécima. Esta semana habrá partidos martes, miércoles y jueves, y el viernes comenzará la disputa de la duodécima. Los contratos con televisión obligan a la Liga a distribuir los encuentros en días y horarios de sesión continua con la intención de que nuestro fútbol pueda ser visto en numerosos países. El último Barcelona-Madrid tuvo cifras de audiencia extraordinarias dada la cantidad de naciones que adquirieron los derechos del campeonato español. Según los últimos datos se pretende llegar al mundo asiático preferentemente, o lo que es lo mismo, Japón, China y Corea y lo que está creciendo de manera considerable es la expectación creciente en los países árabes. El petróleo está fomentando el fútbol con la construcción de grandes estadios y la contratación de grandes jugadores con los que crear ligas competitivas. El Mundial de 2018 fue adjudicado a Qatar.
Para muchos españoles, la competición nacional empieza a ser un castigo. Es la purga de Benito porque no se concede reposo. La contrapartida de tanto partido seguido, acabará estando en la renuncia de los aficionados a tomar asiento en las gradas. Probablemente, habrá quien acabe por considerar que la superabundancia balompédica se reduciría si la Primera se volviera como antaño a dieciocho e incluso a dieciséis clubes. Esta medida no será aprobada nunca. En toda asamblea que se plantee tal decisión ganarán quienes desean seguir contando con posibilidades de mantenerse en la división o acceder a ella. Ciertamente, en Primera la ruina económica es evidente, pero en Segunda el problema se agranda de tal manera que es tanto como caer en un pozo sin fondo.
La undécima jornada comienza con el aliciente de ver de nuevo al Barça. Juega en Vigo donde los célticos, tras la goleada al Málaga en La Rosaleda, han recuperado la ilusión que estaban perdiendo. El Barça ganó al Madrid, pero no convenció. Está perdiendo encanto.