España quiere que Diego Costa le declare amor
La posible selección de Diego Costa para el equipo nacional español se está convirtiendo en un culebrón. La Federación Española le quiere pedir fidelidad. En Brasil amagan con convocarle y poner al futbolista en un brete. El futbolista no puede hacer declaración de amor a España porque no ha dejado de tener sentimientos brasileños. Es más, su proyecto de vida futuro está en la vuelta a su país. El próximo Mundial se disputa en Brasil y ello pone al jugador en posición muy incómoda.
Si mantiene que quiere ser internacional con España, como parece que se ha manifestado, llegará al campeonato mundialista como traidor a la patria. Su presencia en aquellos partidos no podría ser la más adecuada. Tendría permanentemente el público en contra.
La Federación Española que no ha caído en la xenofobia, como si lo han hecho algunas personas, o lo que sean, sí debe estudiar las ventajas e inconvenientes de su presencia en La Roja. En ocasiones anteriores, cuando se ha llevado al equipo extranjeros como Kubala, Puskas y Di Stéfano se trataba de jugadores excepcionales. En tal capitulo también podrían entrar algunas figuras importantes que solventaron problemas urgentes.
En este momento con ser importante el jugador y las calidades futbolísticas que puede aportar, no parece que sea imprescindible su colaboración. El gremio de delanteros está bien cubierto, tal vez como en muy pocas ocasiones y si contar con Diego Costa va a suponer conflictos hasta internacionales porque el seleccionador brasileño Scolari quiere interferirse, quizá será razonable renunciar a su participación.
En los últimos tiempos ha habido dos brasileños de personalidad ejemplarizante que han tenido buenas actuaciones con el equipo español. Donato y Senna no tuvieron tantos inconveniente como Costa. No fueron llamados por su país. Senna, uno de los grandes héroes de la Eurocopa, creció futbolísticamente en el Villarreal y su internacionalidad sólo tuvo ámbito europeo.