La sentencia, en el Bernabéu
Los Barça-Madrid no han de ser forzosamente un duelo entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Los títulos se los juegan los once de cada equipo. No obstante, siempre se espera su actuación. De ambos, especialmente, el gol. Messi tuvo más el balón durante toda la primera mitad. Cristiano anduvo perdido porque su equipo no mandó en la zona media y fue difícil crear jugadas de contragolpe su mejor especialidad.
Cristiano marcó en remate de cabeza en el saque de un corner de Ozil. Messi lo hizo de penalti. Pero el partido fue más del conjunto. Del Barça del primer tiempo que dominó el balón y creó más ocasiones de gol. Del Madrid al comienzo del segundo en que reaccionó, y puso en apuros al Barça.
El equipo barcelonés pudo dejar la eliminatoria casi resuelta, pero marró en lo que pudo haber sido el cuarto gol. El fallo peor, sin embargo, fue el de Víctor Valdés quien se entretuvo en despejar un balón que había recibido sin apuros. Di María se lo robó y quedó el marcador en un 3-2 que deja el título abierto para el partido de vuelta en el Bernabéu.
En la primera mitad, los azulgrana hicieron su juego aunque les faltó velocidad y les sobró insistencia en el excesivo toque de balón y sus continuos intentos de penetración por el centro. El gran pase de Mascherano que permitió el empate de Pedro dio la vuelta al juego. El Madrid volvió a estar cerca de sus área y el equipo barcelonés no supo rematar la cuestión.
Se vio lo habitual en estos partidos, juego de toque azulgrana y contragolpes rápidos del Madrid. El encuentro no fue de Cristiano ni Messi. Todo quedó pendiente para el Bernabéu.