La radio no enmudeció
Al fútbol español le va la bronca. Hemos superado la huelga de futbolistas y los clubes han impedido las transmisiones radiofónicas. La Liga de Fútbol Profesional quiere hacer caja con quienes le promocionan día a día todos los partidos.
No han llegado a ningún acuerdo clubes y radios y los profesionales han tenido que comentar las incidencias de los encuentros desde teléfonos móviles y, fundamentalmente, por medio de las imágenes de televisión desde los estudios.
Las exigencias de los clubes han sido excesivas. Da la impresión de que quieren sacar de las emisoras los dineros del convenio colectivo con los futbolistas.
Una emisora de ámbito local, que no va más allá de de la audición en la zona metropolitana de una ciudad como Valencia, tiene que pagar 25.000 euros. La radio, de común acuerdo entre todas las cadenas se ha negado a pagar las cantidades desorbitadas exigidas y de ahí que la primera jornada la hayamos vivido como en los tiempos en que nacieron los carruseles.
El problema ha servido para que en vísperas del hecho se haya hablado menos del triunfo del Barcelona en la Supercopa de Europa y del comienzo de la Liga en el aspecto puramente deportivo.
Inevitablemente, los primeros resultados han tenido que ver con la poca preparación de los equipos y ello ha proporcionado alguna sorpresa. El Athletic, con entrenador argentino, quien pretende cambiar el estilo al que se había acomodado con Joaquín Caparrós empató en casa con el Rayo.
También fue sorpresa el empate de Osasuna en el Vicente Calderón. La victoria del Valencia ante el Racing fue emotiva porque llegó en los últimos instantes y con la anécdota de los cuatro goles de Soldado: tres en la portería contraria y uno en la propia.
Las grandes emociones, sin embargo, quedaron centradas en los debús de Madrid y Barcelona. Del mano a mano sabremos hoy lunes porque los barceloneses a causa de la Supercopa juegan esta noche en el Camp Nou.