Barça y Madrid ya se han citado
Fue inútil el video del Sevilla. No sirvió para nada que sus jugadores se pintarrajearan con símbolos guerreros. Para ganar al Madrid hacia falta mejor fútbol que el mostrado. La guerra únicamente sirvió para calentar el partido previamente y proporcionar excesivos nervios en algunos futbolistas. El partido se acabó decantando por el Madrid al que le fue mejor la pelea ruda que otro tipo de fútbol más elaborado.
El partido arrancó con el Sevilla lanzado y abriendo brecha por las bandas con Navas y Perotti buscándoles la espalda a Sergio Ramos y Arbeloa. El equipo local pareció que podía crear graves problemas a Iker Casillas, pero el arrebato duró hasta que llegó el gol madridista.
Benzema ha sido la cabeza de turco de las últimas semanas. Ha sido zarandeado por su entrenador y hasta por su presunto compañero Kaká, quien en lugar de predicar debería dar trigo. En los últimos partidos, el francés ha sido decisivo y en el Sánchez Pizjuán volvió a ser providencial.
A Benzema le han traído un delantero togolés para que no juegue y se lo está poniendo difícil. Adebayor tendrá que dar mucho de sí para convencer a los aficionados de que su presencia es más necesaria que la de Benzema.
El gol que marcó el delantero madridista fue espectacular. El modo en que se zafó de los defensas sevillistas y como batió a Palop fue constatación de que es un delantero con futuro menos imperfecto de lo que suele decir su entrenador. Su gol fue una aplauso a Valdano y bofetada al “Special One”.
Para el Barcelona su confrontación con el Almería tuvo poca tensión. Tardó muy poco en golear. Cuatro goles en el primer tiempo fueron suficientes para dejar constancia de que la eliminatoria está resuelta. La diferencia era demasiado grande para suponer otra clase de resultado.
La final de Copa, probablemente en Valencia, pondrá en escena a Madrid y Barça. Es inevitable que lleguen ambos.