Seguimos haciendo un merecido repaso a la franquicia Call of Duty deteniéndonos, poco a poco, en algunas de sus entregas que más nos han gustado. Hoy hablamos de Call of Duty: Modern Warfare 3, que tuvo uno de los modos multijugador a los que les hemos pegado más duro en lo relacionado con la saga.
Desarrollado en equipo entre Infinity Ward, Sledgehammer Games y Raven Software, fue uno de los títulos más esperados de la franquicia. Nosotros, en especial, nos quedamos muy enganchados a su modo Supervivencia, una de sus opciones multijugador.
Luchando en el modo Supervivencia
Las opciones y posibilidades que ofreció Call of Duty: Modern Warfare 3 en términos multijugador fueron numerosas. No obstante, en este caso nos centralizamos en el modo supervivencia, el cual jugamos sin descanso. Se trata de una opción Spec Ops para plantar cara, de forma desenfrenada, a cientos de enemigos. Los oponentes van llegando y acabamos con ellos echando mano de las armas que se ponen en nuestras manos. Ya sea una pistola o una granada, cualquier cosa vale a la hora de derrotar a esos rivales que intentan acabar con nosotros. La cooperación es fundamental y para sobrevivir a los ataques de los oponentes hay que intentar saber siempre dónde está el compañero y cuándo necesita nuestra ayuda.
Las oleadas de enemigos siguen llegando, y entre medio tenemos la posibilidad de alterar nuestro equipamiento con zonas específicas dispersas por el escenario. Cada vez que llegan nuevas series de enemigos estos son más difíciles, por lo que hay que estar preparado y potenciar nuestro equipamiento. Además, los enemigos no salen siempre de las mismas zonas, algo que se ha visto anteriormente en la franquicia, sino que adoptan posiciones estratégicas de los mapas para intentar flanquearnos y acabar con nosotros sin que podamos encontrar puntos seguros.
El dinero ganado a lo largo de los tiroteos nos servía para comprar mejoras, munición y nuevas armas. Esto es fundamental, especialmente en lo relacionado con la munición, la cual deberemos administrar para no vernos en una situación de riesgo donde solo nos queden nuestras manos para luchar. El dinero se obtiene de forma más rápida realizando muertes en cadena o con disparos precisos a la cabeza de los que dejan secos a nuestros enemigos de un solo acierto. Con las mejoras, las compras de armas y la munición, acabar con las siguientes oleadas de enemigos será más sencillo, aunque para ello también podemos hacer uso de las armas y munición que dejen los oponentes cuando caigan al suelo.
Para aquellas situaciones en las que, como indicábamos, nos quedemos solo con el cuchillo y no encontremos ninguna munición, veremos que esta arma es letal. La posibilidad de salir vivo de un enfrentamiento cara a cara con un enemigo que dispara y al que rápidamente cortamos cuando nos acercamos a él son elevadas. Esto aumenta mucho las posibilidades y da opciones secundarias de salir vivos incluso en situaciones en las que todo parece perdido.
De este modo supervivencia se pueden decir otras cosas igualmente positivas, como la aparición de mascotas suicidas que vendrán hacia nosotros con explosivos para intentar derrotarnos, y que demuestran bien la crueldad de nuestros oponentes. No serán los únicos que nos ponían las cosas difíciles, dado que este modo, para los más habilidosos, también presenta helicópteros atacando de forma incansable con soldados a los que derrotar, e incluso los juggernaut. Para este rival se puede solicitar el apoyo de unidades delta, con las que eliminar al enemigo será mucho más sencillo, aunque, aun así, de una gran complejidad.
La supervivencia continúa y continúa, demostrando que se trata de una de las formas más enriquecedoras de disfrutar de Call of Duty: Modern Warfare 3. Además, se hizo un buen cruce entre lo que ya era habitual en el modo zombis de la saga Call of Duty y lo que se había visto en otros títulos líderes del género, como Gears of War. Fue una modalidad refrescante.
Un gran Call of Duty
Con Modern Warfare 3, Activision logró un juego de primera. La calidad técnica que ofreció el título en la época fue realmente elevada y estuvo al máximo nivel en lo relacionado con aprovechar el rendimiento del hardware de la época. Su campaña no es que fuera épica ni excesivamente larga, pero los gráficos le dieron ese punto de interés que todos los Call of Duty suelen acabar teniendo para que entren por los ojos. Lo bueno es que el modo multijugador estuvo a la altura y se transformó en uno de los mejores títulos del momento en cuanto a shooters.
No hay que olvidar, por otra parte, que el impacto multijugador que tuvo el juego fue elevado. Llegó a contar con el servicio Call of Dury: Elite, que se mantuvo activo recibiendo nuevo contenido durante varios años, desde el lanzamiento en 2011 hasta su final en 2014.