“Voy a vender más revistas que tú”. Cuenta la leyenda que Isabel Preysler amenazó con estas palabras a Julio Iglesias mientras firmaba el comunicado que el cantante y Alfredo Fraile habían escrito para anunciar la separación del matrimonio en 1978. Verdad o mentira, el caso es que lo consiguió. Nadie ha sabido manejar los tiempos y las exclusivas de la revista ¡Hola! mejor que ella.
Por supuesto ha inculcado ese control de los medios y de los tiempos a todos sus retoños. Chábeli, la primogénita tuvo su momento ¡Hola! de juventud, pero con la madurez escogió el ostracismo familiar, aunque jamás le hace ascos a las portadas de las chicas Preysler. Hubo un tiempo en el que parecía que era Ana la destinada a heredar el trono materno. Hoy, la benjamina, solo se pasea por esos lares cuando la ocasión lo merece (boda, nacimiento, bautizos). Sin duda es Tamara la digna heredera de la reina de corazones. Tammy, como le llaman sus amigos, protagonizó su primera portada entre la cuna y la cama del hospital. Aquella edición salió a los kioscos el 5 de diciembre de 1981 y fue la primera foto del extenso álbum fotográfico de su vida en el que se ha convertido la revista. Entrevistas en exclusiva, veranos, cumpleaños, viajes, el descubrimiento de Dios, emancipación, noviazgos, compromiso, ruptura y reconciliación. Tammy se ha convertido en uno más en la familia de los lectores de ¡Hola!
Todo empezó un frío y desapacible 29 de enero de 1971. La joven filipina se estrenó en la revista del saludo con su primera boda. Julio Iglesias e Isabel Preysler se casaban en una pequeña capilla de Illescas (Toledo). Ni él ni ella eran los conspicuos personajes que con el tiempo han llegado a ser. Él, tímido cantante y futbolista frustrado, acababa de ganar el Festival de Benidorm con La vida sigue igual gracias a los empujones de su representante. Ella, una joven filipina educada en los barrios altos de Manila a la que sus padres habían desterrado a España con la intención de acabar con las malas compañías con las que se codeaba en la excolonia. Del Casino español al Yatch Club y de ahí a los brazos del millonario Juni Kalaw, diez años mayor que ella, una relación que cambió su vida para siempre.

¡Hola! _ La portada de ¡Hola! con la boda de Julio Iglesias e Isabel Preysler
Isabelita Preysler Arrastia fue enviada a la casa de sus tíos, Tessy y Miguel Pérez Rubio, un diplomático con ilustres conexiones sociales que le abrieron las puertas de la libertad a aquella niñata de 17 años criada entre nueve hermanos y con muchas ansias de beberse la vida a tragos. Isabel venía para dos años y, ya ven, se quedó de por vida.
¿Quién le iba a decir a la novia llorona que aquella portada con boda express de penalti sería la primera de tantas?
Con el óxido del tiempo la revista ¡Hola! se convirtió en el boletín oficial de la Preysler. Fue también su álbum de fotos familiar, aquel al que regresamos cuando nos invade la nostalgia de tiempos pasados, ese en el que vislumbramos la diligencia del paso del tiempo, el que esboza el talle de nuestros zagales de una forma inversamente proporcional a los surcos de nuestro rostro. Menos el de Isabel Preysler, la reina del bótox, el ácido hialurónico, el bisturí y el Photoshop.
Regresemos al principio, al nacimiento del personaje favorito de la prensa del corazón, a la diva de las alfombras rojas, a la reina del Ferrero Roche, futura marquesa de Griñón, señora del superministro de Economía y embajadora de Porcelanosa.
Siete meses después de aquella primera portada nació Chábeli Iglesias Preysler, luego vinieron Enrique y Julio José. Las ausencias del cantante, su incipiente popularidad internacional y su fama de mujeriego acabaron con aquel matrimonio forzado. Una mañana del verano de 1978, siete años después de su boda, Isabel Preysler fue a buscar a su marido al aeropuerto de Madrid y allí le dijo en voz baja: “Julio, tú tuviste que pedirme muchas veces que nos casáramos, pero yo te voy a decir una sola vez que nos separamos".
Julio Iglesias, primera separación pública
Para comunicar una noticia de ese calado en un país en el que no existía el divorcio y en el que todavía no se había votado la Constitución, la pareja se sirvió de su revista de cabecera. Jaime Peñafiel, redactor jefe de ¡Hola! desde 1966 hasta 1984, íntimo amigo de Julio Iglesias (tanto que ejerció de padrino de su boda con Carmen Alonso), fue el primero en enterarse. Isabel Preysler se pasó por la redacción de la revista para anunciar la bomba antes de comunicársela al cantante. Sostiene Peñafiel que en ese matrimonio la infidelidad fue bidireccional. A ella le habían cogido en una falta con un noble de alta cuna, el marqués de Griñón. “Quizá pensaba que no hay mejor defensa que un ataque y por eso comenzó a hablarme de sus frustraciones, de las ausencias de Julio, de sus infidelidades, de sus soledades, que eran verdades conocidas por este periodista”, ha declarado en más de una ocasión el periodista.
El comunicado se publicó en la portada de ¡Hola! el 22 de julio de 1978. “Saliendo al paso de posibles especulaciones o noticias escandalosas que puedan tener origen en la situación personal nuestra, conjuntamente nos consideramos obligados a explicar, de una vez para siempre, la determinación a la que libremente hemos llegado de separarnos legalmente. Ante todo, el supremo interés por nuestros hijos nos obliga a resolver de una forma amistosa y legal nuestra situación personal. Las razones, por ser íntimas, quedan para siempre en nuestras conciencias”.

¡Hola! _ La revista ¡Hola! informó d la separación de Julio Iglesias e Isabel Preysler
Ella se convirtió en marquesa de Griñón y él entonó sus cuernos al mundo con los versos de ¡Hey!, aireó su despecho al más puro estilo Shakira y ese vinilo superó los 75 millones de discos vendidos en todo el mundo.
Marquesa efímera
Isabel Preysler conoció al marqués de Griñón durante una proyección privada de Fiebre de sábado noche. Dos meses después del anuncio de separación, en septiembre de 1978, ambos protagonizaron su primera portada en ¡Hola!, convirtiéndose en la pareja del momento. Tras salir juntos durante algunos meses, el 23 de marzo de 1980 se casaron en la más rigurosa intimidad en la finca Casa de Vacas (Toledo). No hubo portada. No estaba el marqués para jacarandas. A la ceremonia solo fueron invitados la madre de Carlos Falcó, Hilda Fernández de Córdoba y Mariátegui, los hijos y hermanos del novio, los padres de la novia y los hijos de Isabel Preysler, acompañados por su nanny Elvira Olivares. Semanas después, el 12 de abril, los flamantes marqueses posaron para la revista acompañados por un titular que rezaba: ‘Los marqueses de Griñón, fotografiados en su hogar madrileño’. Un año después nació Tamara y, por supuesto, madre e hija ocuparon la portada de turno.

¡Hola! _ Tamara Falcó protagonizó su primera portada en ¡Hola! nada más nacer
Convertida ya en uno de los personajes icónicos de la crónica social, el 29 de agosto de 1981, Isabel escribió sus memorias por entregas en la biblia del corazón. Bajo el título Mis años decisivos comenzó con su infancia en Manila hasta su llegada a España.
Durante años, Isabel Preysler compartió con los lectores de ¡Hola! sus exclusivos veranos en Marbella, se mostró como la madre gallina que siempre quiso ser y no hubo temporada en la que no nos topáramos con las idílicas imágenes de la geisha filipina rodeada de sus polluelos. Tamara Falcó Preysler protagonizó el posado del verano del 81. Por supuesto, en Navidad la imagen se repetía con toda la prole alrededor del árbol y envueltos en una decoración de ensueño.
En la década de los años 80, los lectores de la revista se habían (nos habíamos) habituado a disfrutar de todas las celebraciones familiares. En mayo de 1984 vivimos desde dentro la comunión de Enrique y el reencuentro de Isabel y Julio Iglesias. Aquel mismo año, Isabel Preysler jugó a ser periodista y debutó con todo el morbo posible entrevistando a Julio Iglesias. Así, la expareja protagonizó la portada del 20 de octubre de 1984. En esa entrega se topó por primera vez con Vargas Llosa.
Boda cutre con el superministro
Los rumores de la infidelidad comenzaron a circular a los dos años del enlace con marqués. ¿Miguel Boyer, el ministro de Economía y Hacienda, el superministro liado con la reina de corazones? Imposible, todo sonaba a fantasía popular. Rumorología barata. El caso es que los primeros y temerosos indicios surgieron en Interviú. Según la revista, Isabel y Miguel se habían conocido, en la primavera de 1982, en una de las comidas que convocaba la periodista Mona Jiménez. Isabel acudió por primera vez con el marqués y Boyer estaba allí con su mujer, Elena Arnedo. El flechazo fue instantáneo, como cantaba Mecano.
Gracias a la complicidad de Carmen Martínez Bordiú, la pareja se veía en un piso del centro de Madrid, en París o en Marbella. Los rumores de la felonía eran tan fuertes que Carlos Falcó llegó a convencer a Isabel para que enviara un comunicado a los medios negando la evidencia. Enamorado hasta las trancas, el marqués no quiso constatar la deslealtad y los periodistas, al revés que hoy, jamás se atrevieron a desvelar la noticia por miedo al poder del superministro.
El marqués miró hacia otro lado. Estaba convencido de que aquello no podía durar. El socialista de cuna no tenía nada en común con su reina de corazones. ¡Qué equivocado estaba!
En plena marejada, el 20 de abril del 85, Isabel Preysler protagonizaba en Miami su enésima portada acompañada por todos sus hijos. Conjuntados sonreían a la cámara como si no pasara nada. Al final, todo saltó por los aires el verano de 1985. Carlos Falcó no tuvo más remedio que admitir una segunda infidelidad pública y el affaire Preysler-Boyer propició una soberana crisis de Gobierno. El ministro que intervino Rumasa dimitió, abandonó la política y se encerró en Villa Meona con la que había sido su amante durante años, con la que sería su última esposa y madre de Ana, la benjamina del clan que también atesoró una portada con su nacimiento.
Ajena a todo, aquella Navidad de 1986 Isabel Preysler posaba junto a Naty Abascal, Marina Danko y Marisa de Borbón. 'Las cuatro mujeres más elegantes de España’. Otra constante en la revista. Isabel Preysler fue bautizada durante años como la mujer más elegante de España, siempre según la revista. El caso es que sobre ella pululaba un aura de misterio y erotismo que la convertía en la protagonista de los sueños de media España.

¡Hola!_ La portada de ¡Hola! con 'Las cuatro mujeres más elegantes de España’
La boda con el superministro también asaltó la portada de lo que para entonces ya era el boletín oficial de la Preysler. Una boda cutre, el 2 de enero de 1988 a las nueve de la mañana en los juzgados de Pradillo. Era el tercer enlace para Isabel y el segundo del ex ministro de Economía, que ya por entonces era abuelo doble. Una boda cutre que salvó el tailleur azul grisáceo, ribeteado con visón, que lució la novia y que se convirtió en uno de sus looks más icónicos.
Villa Meona
El matrimonio Boyer Preysler se compró un casoplón en Puerta de Hierro al que los paparazzi bautizaron como Villa Meona puesto podía presumir de tener 14 cuartos de baño. Por supuesto, fue su medio de cabecera quien mostró al mundo cómo era el palacete en una exclusiva franqueada por una portada con la reina de corazones y sus dos hijas pequeñas, Tamara y Ana.
Isabel Preysler compartió con los lectores de ¡Hola! la boda de Chábeli con Ricardo Bofill, sus ejercicios como embajadora de Porcelana con George Clooney y con el mismísimo Carlos III (entonces heredero de la corona británica y príncipe de Gales); La boda de Julio José con Charisse, el portadón con su querida y también recauchutada Carmen Martínez Bordiú con el que la revista conmemoraba su 70º aniversario.

¡Hola! _ La portada de la boda de Ricardo Bofill y Chábeli Iglesias
Se casó Ana Boyer y también asistimos como convidados de piedra. Igual que al bautizo de sus hijos (el último se ha celebrado esta semana y comparte portada con la reconciliación de Iñigo y Tamara).
La reina de corazones enviudó y se encamó con el nobel peruano que acababa de celebrar sus bodas de oro con Patricia Llosa, la madre de sus tres hijos.
Sin pudor y frente a toda la prensa cultural, Vargas Llosa bautizó a la revista del saludo como la novela por entregas del siglo XXI. “Un fenómeno cultural de nuestro tiempo. Hay millones de personas que quieren algo que les haga soñar y que antes ofrecían la novela y la poesía. Ahora lo ofrece ¡Hola! con enorme talento”, denunció cuando llevaba ya dos años de cohabitación con la geisha filipina.
El caso es que no pareció importarle que Isabel anunciara su relación con una entrevista y una portada en septiembre de 2016, no sin antes desvelar la primera imagen de la pareja en una fiesta de Porcelanosa en el Palacio de Buckingham en junio de 2015. En ocho años de relación, el tándem Preysler-Vargas Llosa ha protagonizado portadas en Nueva York, Colombia, Londres, Lisboa, en el sudeste asiático, en las islas griegas, en Maldivas, en la gala de los Goya o anunciando el divorcio del Nobel. Por lo visto, el nobel lo hizo por amor. La dama de corazones lo hizo para vender más revistas que Julio Iglesias.