La réplica a la segunda intervención de Ramón Tamames -el candidato de Vox a la Presidencia del Gobierno en la moción presentada por la formación de ultraderecha- corrió a cargo de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, quien sólo con su subida al estrado y el contenido de su intervención marcó lo más esencial de una sesión parlamentaria cuyo resultado se conocía de antemano.
La mera decisión de que fuera ella como representante de la parte de Unidas Podemos en el Gobierno era ya todo un mensaje implícito, dado que nadie es ajeno a las tensiones que hay entre la vicepresidenta y su proyecto Sumar con el protagonismo que quiere tener en este futuro proyecto la formación morada.
La líder de Unidas Podemos, Ione Belarra, había propuesto que la réplica fuera a cargo de las mujeres del Ejecutivo, lo que se rechazó desde el primer momento por parte de la Presidencia del Gobierno. Por ello, quedaba la duda si finalmente esa intervención la haría Díaz, en plena pugna interna en eso que denomina el espacio a la izquierda del PSOE.
Pero, finalmente, subió a la tribuna Díaz, sólo un día después de que anunciara que el próximo 2 de abril desvelará que pretende ser candidata a la Presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales con su nueva plataforma.
Y con un escaparate tan apropiado, Díaz se podría decir que hizo su presentación informal y no oficial como candidata. Y hasta el propio desvencijado Tamames, que estaba deseando irse del hemiciclo desde que hizo su discurso inicial, lo advirtió: “Creo que su intervención ha sido la presentación de un proyecto político que se llama Sumar”.
Y Tamames tenía razón. La vicepresidenta utilizó la parte final de su discurso para explicar cómo entendía ella la política, cuáles eran sus objetivos y qué principios ideológicos defendía.
Pero su intervención fue mucho más que eso, y sirvió también para defender con pasión la labor del Ejecutivo de coalición y hasta para elogiar sin ahorrar calificativos la labor que está haciendo su presidente, Pedro Sánchez. Incluso, citó a buena parte de los miembros del Ejecutivo por su nombre y destacando la labor realizada en cada departamento.
Y también dejó una mensaje de cara al futuro, al asegurar que las políticas emprendidas por el Gobierno son las apoyadas mayoritariamente por los españoles, por lo que vaticinó que queda Ejecutivo de coalición para rato después de esta legislatura.
Repaso a Tamames
Y, a su más puro estilo, abrumó a Tamames con datos y más datos, desmontando el discurso del candidato y dándole un repaso en toda regla con cifras que echaban por tierra los argumentos del candidato en materia laboral. Así, aseguró que con una pandemia y una guerra hay una cifra récord de ocupación: "Tenemos 20,4 millones de ocupados en España" o que la deuda se ha reducido en más de diez puntos. También defendió la bajada del empleo temporal.
Pero, además, Díaz fue bastante dura contra Tamames, al que acusó entre otras cosas de estar deteriorando la democracia por presentarse a una moción de censura que calificó de “destructiva” y hacer mal uso de este mecanismo parlamentario.
Más dura y áspera que Sánchez contra Tamames, Díaz acusó al antiguo militante del Partido Comunista -donde milita la vicepresidenta- de haber ido al congreso de la mano de Vox y le advirtió de que “nunca se sale indemne de la convivencia con la ultraderecha y el extremismo”.
En todo momento hizo una defensa a ultranza de las mujeres, elogió las leyes de Irene Montero en materia de Igualdad, y reprochó a Tamames que en todo su discurso se haya dirigido a las mujeres sólo para reprocharles su baja fecundidad.
La intervención de Díaz fue más interrumpida por aplausos que la de Sánchez, tanto por la bandas de PSOE como por la de Unidas Podemos, fue más largo el aplauso final y no se cansó de recibir felicitaciones. Díaz había presentado su candidatura.