Tamames agita el debate nacional ante la pasividad de Feijóo y la bronca de Sánchez con Iglesias en el Gobierno

El veterano Tamames se declara proclive a aceptar la oferta de Abascal de encabezar una moción de censura contra el presidente Sánchez

Tamames agita el debate nacional ante la pasividad de Feijóo y la bronca de Sánchez con Iglesias en el Gobierno

Dibujo Tamames

Ha dicho Ramon Tamames que comparte ‘el estupor’ que ha causado en el debate político y la opinión pública la noticia de que, a sus 89 años, puede ser candidato a la Presidencia del Gobierno en la moción de censura contra  el presidente Sánchez que Vox presentará en el Congreso de los Diputados.

Y a la que se podrían sumar los diputados que lidera Inés Arrimadas en Cs e incluso algún diputado del PP, como Cayetana Álvarez de Toledo a la que Abascal también le ofreció liderar la moción de censura. Lo que ella declinó (‘le temblaron las piernas’ que diría Belarra) presionada por su jefe en FAES José María Aznar. El que ha terciado en la polémica diciendo que ‘España no está para estas cosas y hay que tomarse el país en serio’.

Lo cierto en todo esto es que España para lo que ‘no está’ es para seguir como va. Sobre todo después de haber sido humillada en Rabat por el Rey Mohamed VI. Y ello con un Gobierno de Sánchez prácticamente roto y a palos entre los ministros del PSOE y los de UP.

Y además con una oposición del PP que lidera de perfil Feijóo, que es quien, si España está tan mal como él pregona, debe liderar la moción de censura contra Sánchez. Y si no se atreve podría ofrecérsela a Aznar que tan inquieto está con la vigente situación.

El discurso de la nación

La opción de Tamames, un viejo político progresista de la Transición donde militó en el PCE, IU y CDS, y un brillante economista -autor de la ‘Estructura Económica de España’ que va por su 26 edición- y prolífico escritor, ha sido considerada por muchos analistas como un disparate pero por otros como un ‘revulsivo’ para agitar el adormecido Parlamento español.

Y cabe esperar de Tamames plantee su discurso de la censura a Sánchez como un mensaje dirigido a la ‘nación’ española -en recuerdo del filósofo alemán Fichte- como respuesta y alternativa al régimen autocrático de las mentiras y destrozos institucionales de Sánchez. Como también se espera que Tamames presente en la Cámara un programa de gobierno de ‘unidad nacional’ en lo político, económico y social’.

A sabiendas el veterano político que será descalificado como el candidato de ‘extrema derecha’ de Vox. A lo que Tamames dirá que Vox es un partido legal y constitucional, mientras el Gobierno de Sánchez y sus aliados se han convertido en cómplices de un variopinto conjunto de delincuentes de toda ralea: violadores, agresores sexuales, sediciosos, malversadores y puede que corruptos si la reforma del delito de malversación deriva en una nueva oleada de rebajas de las condenas de los políticos corruptos.

A la vez que Tamames, en el caso de Sánchez, lo puede señalar como un cómplice de un Mohamed VI que lo ha tratado con desprecio, y que ha destrozado -sin la menos explicación de Sánchez y sin el reconocimiento de la soberanía española de Ceuta y Melilla- los compromisos históricos de España con el pueblo saharaui y las decisiones de la ONU sobre el Sáhara Occidental.

Y sería oportuno que, en caso de subir a la tribuna, Ramón Tamames hable de la carencia de la separación de los poderes del Estado en España. Y de la necesidad de acabar con las listas en la Ley Electoral, para que el Poder Legislativo recupere su independencia, y de regresar a la Ley del Poder Judicial del inicio de la Transición, para recuperar la independencia judicial, cercenada por Felipe González en la reforma que a su favor perpetró en 1985 (‘Montesquieu ha muerto’ se dice que declaró Alfonso Guerra).

Y desde luego debería Tamames huir del ‘cuerpo a cuerpo’ con el marrullero Sánchez, y limitarse a reiterar en las réplicas y contra réplicas lo esencial del ‘discurso a la noción’ sin entrar en cuestiones colaterales y provocaciones personales sobre las que deberá pasar de largo con irónico desprecio.

Y sin perder de vista en sus intervenciones el ámbito europeo español como mejor espacio de integración democrática española, y la tremenda guerra de Ucrania, donde los ministros de Podemos se han posicionado del lado de Vladimir Putin. A quien Sánchez sigue comprando petróleo tras romper con Argelia.

Si Tamames, como parece, se empeña y acude a la moción de censura se adentrará en un campo sembrado de minas donde, curiosamente, PSOE y PP pueden coincidir en el deseo de un fracaso de Tamames. Porque si sale airoso dejará en evidencia a Sánchez y a Feijóo, por la ‘acción’ desastrosa de Gobierno del uno y por la ‘omisión’ y ausencia del líder de la Oposición.