El PSOE enmienda la ley 'bandera' de su socio

Ni los jueces "machistas" ni el consentimiento, el problema de la Ley del 'solo sí es sí' estaba en las penas según Justicia

"Nosotros construimos leyes, no relatos", clama la ministra de Justicia Llop echando por tierra los argumentos con los que Podemos e Igualdad han enredado el debate para tratar de bloquear su rectificación

Ni los jueces "machistas" ni el consentimiento, el problema de la Ley del 'solo sí es sí' estaba en las penas según Justicia

EFEPilar Llop, Isabel Rodríguez e Irene Montero, en una imagen de archivo.

"Nosotros construimos leyes, no relatos. Los jueces aplican leyes, no relatos. Y lo que cambia la vida de la gente son las leyes, no los relatos". Así de contundente se ha mostrado este lunes la ministra de Justicia, Pilar Llop, tras la presentación por parte del PSOE de una propuesta de reforma unilateral de la Ley del 'solo sí es sí'. El uso hasta en tres ocasiones de la palabra 'relatos' no es casual, sino que supone todo un dardo a Irene Montero tras semanas de negociaciones que no iban a ningún lado. Un dardo con el que Justicia pulveriza todas las excusas planteadas por Igualdad y Podemos para no tocar la norma: el problema siempre estuvo en las penas mínimas, no en los jueces ni en el consentimiento.

Tras cerca de dos meses sin avances en las negociaciones con Igualdad, Ferraz ha cumplido su ultimátum. El insoportable goteo de revisiones a la baja de las penas de centenares de agresores sexuales, más de 400 ya, y la alarma social que ha generado, por no olvidarnos del desgaste electoral que supone, ha llevado a la parte socialista del Gobierno, empezando por el propio presidente, a asumir su responsabilidad y corregir lo que consideran una verdadera 'chapuza' jurídica.

Lo que debería ser algo de sentido común, tapar un agujero legal que permite rebajas de condenas a este tipo de delincuentes, ha desatado un nuevo cisma en el seno de la coalición. Tanto Ferraz como Moncloa consideran que han dado suficiente margen a los morados para acordar la corrección de la norma. Sin embargo, Podemos y la propia ministra Irene Montero llevan semanas enrocados en los mismos argumentos para evitar la rectificación de una Ley que para ellos 'esta perfecta'.

La propuesta de Justicia, en la que se basa la reforma registrada por el PSOE, pone el foco en el verdadero problema de la Ley del 'sólo sí es sí', las penas mínimas, proponiendo una horquilla más amplia y posibilitar, así, que en “en casos graves no haya posibilidad de penas bajas”.

El portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Patxi López y la secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández. EUROPA PRESS

Una 'rectificación' en  toda regla a las tesis defendidas por Igualdad y Podemos desde que se produjo la primera revisión a la baja de penas. Si en un principio los morados se aferraron a que todo era culpa de los jueces 'machistas' que aplicaban mal esta Ley, después hicieron de la defensa del principio del consentimiento su principal argumento para oponerse a cualquier reforma. De ahí el término "relatos" con el que Llop ha lamentado este lunes que se haya "desenfocado el problema".

La ministra de Justicia ha señalado este lunes que "la subida de penas es una decisión política" y ha subrayado que en esto "hay que tener valentía, determinación y hacer lo que se tiene que hacer", pensando únicamente en el bien de las víctimas. Unas declaraciones que suponen un 'bofetón' al discurso feminista defendido por Montero y Podemos en los últimos meses.

Las claves de la reforma

  1. EL CONSENTIMIENTO
    • La proposición de ley registrada por el PSOE, que mantiene la agresión sexual como un tipo único, recupera las horquillas previas del Código Penal, con penas más elevadas en el caso de que haya violencia o intimidación, para evitar que en casos graves puedan imponerse penas bajas. Así, incorpora la violencia e intimidación como un subtipo en lugar de como agravante, tal y como planteaba Igualdad. Para Justicia, la clave está en las penas y que la gravedad del delito se determine por las circunstancias que concurren en esos hechos.
    • El consentimiento se ha convertido en el principal campo de batalla entre los socios de Gobierno en las últimas semanas. Pese a la ofensiva emprendida por los morados de que los socialistas pretendían eliminarlo, la reforma planteada mantiene su definición: "Sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona".
    • La introducción de la violencia y la intimidación como subtipo agravado en absoluto interfiere en el consentimiento. Para Justicia, en un estado de derecho, cuando se llega a un juicio, siempre hay que probar que ha habido violencia o intimidación, pero el gran avance de esta ley supone que cuando se prueba esa violencia ya no hay que probar que no hubo consentimiento, por lo que será mucho más fácil para la víctima.
  2. SUBIDA DE PENAS:
    • La agresión sexual (sin penetración) seguirá penada con entre 1 y 4 años, pero si se ha empleado violencia o intimidación o si la víctima tenía anulada su voluntad la horquilla será de 1 a 5 años.
    • Si en la Ley del 'solo sí es sí' se recoge una pena de cuatro a doce años para las agresiones con penetración (violación), los socialistas quieren añadir que en el caso de que esta violación incluya violencia e intimidación, esta horquilla de penas sea de 6 a 12 años, como en 2010.
    • En el caso de los agravantes, el PSOE también regresa al Código Penal anterior a la Ley del 'solo sí es sí', aunque adaptándose a la propuesta que ahora hace al distinguir agresiones sexuales con o sin violencia. Así, mantiene las horquillas de Igualdad --de 2 a 8 años y de 7 a 15 años, en los casos de agresión sexual con o sin penetración, respectivamente-- y recupera las horquillas existentes en el Código Penal anterior al 'solo sí es sí', de 5 a 10 años y de 12 a 15 años, para los nuevos subtipos que propone ahora: agresiones sexuales con violencia, con o sin penetración.
  3. MENORES:
    • En el texto del PSOE se recuperan además las penas con las que se castigaban las agresiones a menores de 16 años. Así, las relaciones con menores  se castigarán con penas de dos a seis años y con penetración pasará a ser de ocho a 10. En la actualidad, la horquilla se encontraba en un mínimo de seis años. Además, se aplican los agravantes mencionados con anterioridad.
    • Justicia ha explicado que se han ajustado las penas porque había casos en los que los menores recibían mayores penas que los adultos, algo inconstitucional.
    • También se ha acordado incluir entre los agravantes de parentesco a los primos.
  4. REINCIDENTES:
    • La reforma también tiene incidencia en el caso de los reincidentes. A estos casos siempre se le aplica la mitad superior de las penas, por lo que no es lo mismo la mitad superior de una horquilla de 1 a 4 años (2 años y un día), que la de una horquilla de 1 a 5 años (2 años, seis meses y un día).

Esta reforma sólo será aplicable a los delitos posteriores al momento en que estos cambios entren en vigor, por lo que la revisión de condenas continuará incluso cuando se apruebe esta ley.

Igualdad alerta de una "segunda ola de revisiones"

Curiosamente, aunque Igualdad no fue capaz de prever el "indeseado efecto" de su Ley del 'solo sí es sí', ahora ha alertado que la reforma planteada por los socialistas implicaría "una segunda ola de revisiones". "Puede dar lugar a revisiones de tribunales que hasta ahora no se han revisado. No es cierto que la propuesta del PSOE vaya a blindar frente a revisiones que tendrían que estar terminando, no se puede permitir que vuelva a empezar una segunda ola de revisiones", ha defendido este lunes en una rueda de prensa la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, acompañada por la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez 'Pam'.

La secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez (i), y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell. EFE

A su juicio que  "se introduzca de nuevo la violencia y la intimidación" ante un modelo de consentimiento supone un regreso al modelo del 'no es no'". "La propuesta de volver al viejo sistema que no ha funcionado nunca nos parece que sería un retroceso", ha señalado Rosell en declaraciones a los medios.

Para la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, volver a introducir un subtipo en el artículo del consentimiento de la ley "es vuela al sistema anterior", lo que supone un "riesgo en revisiones futuras" de condenas.

Por su parte, la secretaria de Estado de Igualdad se ha mostrado "preocupada y triste" en un momento "delicado" por el "posible retroceso" en los derechos de la mujeres al "volver al Código Penal de 'La Manada'" y por "fallar al compromiso con las feministas" de "hacer una ley que pusiera el consentimiento en el centro".

En la línea con lo defendido hasta ahora por la formación morada, 'Pam' ha incidido en que la responsabilidad de la aplicación de la norma "es de cada tribunal" y ha acusado al PSOE de plantear una propuesta que "coincide sorprendentemente con la propuesta del Partido Popular". "Hay una propuesta que es la misma que la del PP y Vox no le hace malos ojos. Si camina como un pato y grazna como un pato es probable que sea un pato", ha reiterado.

Sobre el autor de esta publicación

Luis Villajos

Luis Villajos (Madrid, 1982) es subdirector de Republica.com. Lleva desde 2011, casi desde su fundación, trabajando en este diario. Su paso por diferentes puestos hasta el actual le confieren una amplia visión del funcionamiento de la redacción. Está especializado en información política, aunque también le interesan la actualidad internacional y los temas de denuncia social.