La consellera de Acción Climática, Teresa Jordà, ha anunciado que Cataluña entra en la fase de excepcionalidad hídrica en el sistema Ter-Llobregat y el acuífero Fluvià-Muga, lo que afecta al uso agrícola e industrial del agua en 224 municipios con casi 6 millones de habitantes, pero no implica restricciones en el agua de boca.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consell Executiu, Jordà ha defendido que el Govern catalán actúa "de forma contundente y planificada" para hacer frente a una sequía de 29 meses, 11 meses más que la de 2008, las más grave en Cataluña hasta el presente.
La fase de excepcionalidad es el nivel 4 sobre 5 e incluye una serie de restricciones, como la reducción del 40 % del agua para usos agrícolas, del 15 % para usos industriales, la prohibición del riego de zonas verdes o la limpieza de calles con agua potable, entre otras medidas.
En este contexto, Jordà ha confirmado también que se incrementará el volumen de agua trasvasado del pantano de Sau al de Susqueda, para evitar que empiece a degradarse por el bajo nivel que presenta actualmente, a un 15 % de su capacidad.
La situación de excepcionalidad hídrica en Cataluña y las consiguientes restricciones para el uso de agua, que no implica el agua de boca, contrasta con las últimas imágenes de nieve en la comunidad, que ha llegado hasta Barcelona, cubriendo de blanco el Tibidabo.
El temporal que ha dejado la nieve está asociado a la borrasca 'Juliette' y ha congelado los termómetros este lunes y martes, que de madrugada han bajado hasta los -16ºC en Molina de Aragón (Guadalajara) y ha dejado más de un metro de nieve en Baleares, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).