Santamaría teme que el debate de la moción sea una 'batalla campal' y un 'numerito nacional'
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha tratado de rebajar la impotancia de la moción de censura de Podemos contra Mariano Rajoy que se debatirá este martes en el Congreso de los Diputados. No saldrá adelante porque no cuenta más que con el apoyo de sus diputados y sus confluencias y, por ese motivo, Santamaría ha dicho que se trata solo de un "espectáculo mediático". Eso sí, la vicepresidenta augura que el tono será "bronco".

En declaraciones a TVE, la número dos del Ejecutivo no ha aclarado si el presidente, Mariano Rajoy, intervendrá finalmente con lo que Iglesias tendría su ansiado cara a cara con él. La posibilidad de que el jefe del Ejecutivo suba a la tribuna de oradores ya no se descarta en los últimos días, aunque lo previsible es que el peso del debate recaiga fundamentalmente en la propia Sáenz de Santamaría.
"Esta moción es ante todo un espectáculo mediático", ha criticado la vicepresidenta, que ha admitido que uno de los temores que tiene el Ejecutivo es que el Congreso se convierta este martes "en una batalla campal". Claro que Santamaría atribuye la responsabilidad de ese posible resultado a Podemos y no al PP, que fue el partido que llevó por esos derroteros el reciente debate de la fallida moción de censura contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.
Para la vicepresidenta, los de Podemos "buscan recuperar el foco y esa audiencia que no puden perder". A su juicio, la crisis económica "está siendo remontada" y por ese motivo Podemos necesita buscar "otros huecos" para poder hacer lo que ella ha calificado como "su tarea". El Congreso no es la sede del numerito nacional", ha apuntado Santamaría tras subrayar que Rajoy es "el único que tiene una idea de lo que es España".
Ha subrayado que los ciudadanos merecen respeto y un debate más elevado y que eso es lo que intentarán hacer el Gobierno y el PP porque se toman en serio esta iniciativa frente a las críticas de Podemos de que no lo está haciendo. "Lo que menos puede exigir a nadie Podemos es que se tome esta moción de censura en serio cuando la han planteado para hacer un espectáculo. La seriedad y Podemos van reñidos en sus propios términos", ha explicado Sáenz de Santamaría. Pero ha precisado que el Gobierno y el PP acudirán al debate "con argumentos" y tratarán de demostrar que es bueno que en España se mantenga la estabilidad mediante mucho diálogo.
El PP, en general, está muy tranquilo ante el debate del martes. El vicesecretario general de Comunicación del PP, Pablo Casado, lo expresó el domingo al asegurar que Pablo Iglesias no tiene ni los votos, ni el programa ni el liderazgo que requiere una iniciativa de ese tipo. Según su criterio, se trata de "mucho ruido y pocas nueces", porque no va a tener ningún respaldo del resto de grupos ni de la sociedad española.
También el domingo el secretario de Análisis Estratégico de Podemos, Íñigo Errejón, retaba al presidente a tener "coraje" de defender su proyecto de país frente a Pablo Iglesias. Desde la localidad madrileña de Móstoles, donde participó en un acto de la "marea blanca", Errejón asumió que la moción fracasará, si bien precisó que en política hay algunas batallas que se pierden pero que "están sembrando una victoria". "Nosotros estamos sembrando la idea de que hay una alternativa. Si el PP quiere atrincherarse, taparse los ojos y hacer como si no pasara nada, lo único que está haciendo es comprar tiempo", dijo.
También confió en que haya "juego limpio" en el debate y que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, actúe "de árbitro y no de parte", frente a lo que, a su juicio, hizo la presidenta de la Asamblea de Madrid en la moción de censura a Cristina Cifuentes.