Al lado del histórico y ya abandonado restaurante Torre Eiffel, junto al cruce de la antigua Nacional V y a la entrada a la localidad de Casas de Miravete (Cáceres) -una de las zonas más castigadas por los incendios de este fin de semana- estuvo este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que quiso ver de cerca el manto negro de cenizas que ha dejado el fuego.
Acompañado por el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, Sánchez dio un corto paseo por la zona rodeado de cenizas y árboles calcinados, muy cercana a la localidad de Casas de Miravete, un pueblo fantasma desde hace tres días, ya que sus vecinos fueron desalojados de sus viviendas al iniciarse el fuego y todavía no han regresado.
Sánchez hizo una breve declaración sin preguntas en la que, en primer lugar, quiso rendir homenaje al brigadista fallecido mientras trabajaba en la extinción de un incendio en Zamora, lo que aprovechó para dar las gracias a todos los que están trabajando en la extinción de incendios.
Pero, además, el presidente quiso hacer una intervención más política para reivindicar la necesidad de que las políticas medioambientales sean consideradas políticas de Estado y buscar una mayor coordinación entre todas las administraciones.
Sánchez no dudó en achacar a “los efectos devastadores del cambio climático” el incremento de incendios y dio un dato más que llamativo: “En lo que va de año se han quemado 70.000 hectáreas, el doble de la media anual de la última década. El cambio climático mata”, dijo.
Sánchez finalizó su intervención haciendo un llamamiento a la población de “máxima prudencia” no sólo por los incendios, sino por las consecuencias que también está teniendo la ola de calor con un alto número de personas fallecidas.
Por su parte, Fernández Vara afirmó que este lunes hay mejores noticias y que los incendios en Cáceres empiezan a estar controlados en el parque de Monfragüe y en Las Hurdes, aunque advirtió que aún queda mucho trabajo por hacer.
En este sentido el presidente extremeño hizo una parte de autocrítica e insistió en que la prevención de los incendios debe producirse, sobre todo, en los meses de invierno. Por ello, reconoció que esas políticas se pueden mejorar. Y se preguntó: “¿Todo lo que hacemos en invierno contra los incendios está bien hecho? Probablemente no”.
Por ello, Vara anunció que "habrá que reflexionar cuando acabe el verano" para mejorar la limpieza de los montes, una crítica muy extendida por la región como la principal causa de estos incendios.
El presidente extremeño también dijo que una gran parte de los habitantes de distintas localidades que han sido desalojadas volverán a casa esta misma tarde o en los próximos dos días en función de cómo evolucionen los incendios.