El desafío soberanista

La exconsejera fugada Clara Ponsatí, detenida a su regreso a España y puesta en libertad tras ser citada a declarar el 24 de abril

La eurodiputada de JxCat había desafiado al Estado en una rueda de prensa al asegurar que no volvía para "pactar sino a plantar cara" y recordando que tenía inmunidad

Un mosso vestido de paisano detiene a Clara Ponsatí en la plaza de la Catedral de Barcelona.

EUROPA PRESSUn mosso vestido de paisano detiene a Clara Ponsatí en la plaza de la Catedral de Barcelona.

El juez Pablo Llarena ha dejado en libertad provisional a la exconsellera Clara Ponsatí, detenida este martes a las 18.07 en la plaza de la Catedral de Barcelona, por su orden de detención por presunta desobediencia el 1-O y la ha citado a declarar el próximo 24 de abril, según un auto al que ha tenido acceso Europa Press.

Ponsatí ha regresado este martes a España tras cinco años en el extranjero, y ha sido detenida a las 18.07 en la plaza de la Catedral de Barcelona. Tras pasar a disposición judicial, Ponsatí ha salido de la Ciutat de la Justicia a las 22.49 horas.

La defensa de la exconsellera y eurodiputada de JxCat Clara Ponsatí había presentado un 'habeas corpus' por detención ilegal ante el juez de guardia mientras permanecía en los juzgados de guardia a la espera de que el magistrado resolviera sobre su situación. El 'habeas corpus' es una figura legal por la que cualquier ciudadano puede exigir comparecer de forma inmediata ante el juez para que este determine la legalidad de su detención, lo que debía resolverse en un plazo máximo de 24 horas.

Un mosso d'esquadra de paisano había detenido a las 18.07 horas del martes a la exconsellera en la plaza de la Catedral de Barcelona después de la rueda de prensa que ha realizado en el Colegio de Periodistas de Barcelona, pese a que ella se había identificado como eurodiputada y había dicho que tiene inmunidad.  Ponsatí, que huyó tras la declaración unilateral de independencia de 2017, había cruzado este martes la frontera francoespañola para regresar a Cataluña, sin entregarse a las autoridades pese a su orden de detención.

Después de la rueda de prensa, Ponsatí salió de la sede del Col·legi de Periodistes vitoreada por una veintena de personas con 'esteladas' y ha empezado un recorrido hacia el Born pasando por plaza Cataluña y la avenida del Portal de l'Àngel junto al abogado Gonzalo Boye.

Al llegar a la plaza de la catedral, un mosso de paisano se acercóa ella y le pidió que la acompañara hacia un coche policial sin logotipar, a lo que Ponsatí le contestó mostrándole su acreditación como eurodiputada y diciéndole que tenía inmunidad. El agente le pidió reiteradamente que la acompañara hasta el vehículo y, finalmente, Ponsatí accedió.

Después de cinco años huida de la justicia española, Ponsatí ha decidido regresar a España una vez el Supremo le retiró la acusación de sedición por la que inicialmente fue procesada -delito que a diferencia del de desobediencia sí acarrea penas de cárcel-, a raíz de las reformas penales impulsadas por el Gobierno.

La noticia del regreso inesperado de Ponsatí ha saltado a las 16.14 horas, cuando la ACN ha publicado unas imágenes en las que aparece la eurodiputada de JxCat a bordo de un coche atravesando ya territorio español, tras cruzar este martes al mediodía la frontera desde Perpiñán con intención de convocar una rueda de prensa -en la sede del Colegio de Periodista de Cataluña, en Barcelona- para explicar las razones de su retorno desde Bélgica.

En una rueda de prensa antes de su detención desde el Col·legi de Periodistes de Barcelona había asegurado que no ha vuelto a Cataluña "a pactar sino a plantar cara", y subrayó que es eurodiputada y tiene "inmunidad en toda la Unión Europea, sólo en España no se me reconoce", lo que se interpreta como una declaración de que no tiene previsto comparecer ante el Supremo. Hasta la rueda de prensa se acercó la presidenta de JxCat, Laura Borràs, el diputado de Junts en el Parlament Francesc de Dalmases y el abogado Gonzalo Boye.

Ponsatí presentó la web 'estatdedret.cat', un proyecto en el que asegura que lleva meses trabajando, y que es "un inventario de la persecución nacional contra Cataluña",  e indicó que el portal ha registrado 1.000 casos de supuesta vulneración desde 2003 hasta 2023.

La eurodiputada dejó claro que no reconoce "la competencia del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena", por lo que cree que sería "una inconsistencia" que la detuviesen. Según dijo Ponsatí, su residencia continuará entre Estrasburgo y Bruselas, aunque estará en Barcelona "de forma frecuente y regular" si se confirma que puede "circular libremente" por territorio europeo.

Con su regreso, dijo, pretende "visibilizar más intensamente" el combate de Puigdemont y el resto de huidos en Bruselas, si bien aseguró que no "sabe ver" una "relación directa" entre su retorno y el de sus compañeros.

También ha asegurado que no ve "ninguna contradicción" entre criticar la actitud del Gobierno de la Generalitat y los pactos con el Estado y aprovechar un momento favorable, tras la reforma del Código Penal, para su retorno a Cataluña.

Acusada por desobediencia

Sobre Ponsatí pesa una orden de detención en España por un delito de desobediencia, si bien la exconsellera recurrió el auto de procesamiento del Tribunal Supremo, del 12 de enero, al considerar que, como eurodiputada, dispone de inmunidad parlamentaria y que su presunto delito de desobediencia ya habría prescrito.

Sin embargo, el juez Pablo Llarena rechazó el pasado 21 de marzo todos los recursos -incluido el de Ponsatí- sobre los nuevos procesamientos, posteriores a la derogación del delito de sedición tras la reforma del Código Penal.

El Tribunal Supremo había recordado a la exconsellera que debía comparecer ante Llarena, ya que de lo contrario sería detenida y puesta a disposición judicial, lo que finalmente ha acabado ocurriendo.

Fuentes jurídicas habían informado a EFE de que la intención del juez Llarena era "actuar exactamente igual" que en los casos de la exconsellera Meritxell Serret y la exdirigente de la CUP Anna Gabriel, quienes también estuvieron huidas de la Justicia y que como Ponsatí están acusadas de un delito de desobediencia que no conlleva pena de prisión, solo de inhabilitación.

Tras su llegada a España, ambas comparecieron ante el alto tribunal y quedaron en libertad para después ser citadas una segunda vez para declarar por el delito de desobediencia y, según las fuentes, así se hará si Ponsatí decide ir al Tribunal Supremo.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ya había anticipado que si Ponsatí no compareciera "se adoptaran las medidas que sean oportunas y conforme al criterio y a la orden que establezca la autoridad judicial en todo momento", es decir, que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado procederán a su arresto y puesta a disposición judicial.

Aviso a Bruselas

Ponsatí ha informado al resto de eurodiputados de su arresto en Barcelona con un email en el que les advierte de que si están leyendo ese mensaje es porque ha sido "ilegalmente detenida" por su papel en el desafío independentista y les pide que muestren su rechazo a tal detención.

"Si está leyendo este correo electrónico, significa que he sido detenida ilegalmente en Barcelona, en violación de mi inmunidad como miembro de este Parlamento", comienza el mensaje remitido por Ponsatí.

En su explicación, Ponsatí asegura que viajó a Barcelona para participar en un evento de su oficina local pero que contaba con regresar a tiempo para asistir este miércoles al inicio de la sesión plenaria que el Parlamento Europeo celebrará durante dos días en Bruselas.

Por ello, sostiene que su arresto en la Ciudad Condal le impedirá ejercer sus funciones como diputada y vulnera su inmunidad europarlamentaria para desplazarse al lugar de reunión de la Eurocámara el "derecho fundamental" de "participación política" que le asiste tanto a ella como a sus electores.

La política independentista afirma que la orden de detención dictada por Llarena contra ella "está incumpliendo" el auto del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que le devolvió cautelarmente la inmunidad como eurodiputada mientras se resuelve la demanda, aún pendiente de resolución, sobre la decisión de la Eurocámara de aprobar el suplicatorio dictado contra ella.

"Mi arresto demuestra el desprecio de las autoridades españolas por la ley europea, los tribunales europeos y los derechos fundamentales. Un desprecio que no hará más que crecer hasta que las instituciones europeas presten seriamente atención y se tomen acciones decisivas", remacha.

Finalmente, la exconsellera insta a la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, a "defender" su inmunidad parlamentaria y pide al resto de eurodiputados "expresar su oposición a tal violación de derechos y trabajar para evitar que las autoridades españolas continúen erosionando el Estado de derecho".