La sombra de Felipe González planea contra Iglesias y Rajoy para salvar a Sánchez

Se detectan en el entorno del PSOE campañas para desestabilizar a Podemos y el PP para favorecer la investidura de Pedro Sánchez

La sombra de Felipe González planea contra Iglesias y Rajoy para salvar a Sánchez

sanchez-gonzalez-448

sanchez-gonzalez-448Cada minuto que pasa se aprecian indicios de una meditada campaña en contra de Pablo Iglesias y Mariano Rajoy, los líderes que hicieron fracasar el proceso de investidura de Pedro Sánchez en quien, ciertos poderes de carácter fáctico e institucional, habían puesto todas sus complacencias para que asumiera la Presidencia del Gobierno con la colaboración de Albert Rivera, la abstención de Podemos o del PP y la bendición del Rey Felipe VI.

Lo que a Sánchez no solo le salió muy mal sino que además se llevó duras reprimendas de los líderes respectivos de Podemos y el PP. A los que ahora y en venganza se pretende desestabilizar desde el PSOE, ‘su’ Grupo Prisa (El País y la SER), y altos desde ambientes económicos y a no descartar otras institucionales donde se incluye la figura del Palacio Real. Ambientes todos ellos por donde sobrevuela, como un drone, la sombra alargada de Felipe González, como el líder y gran muñidor de la operación.

En la que se incluye la campaña actual del presunto enfrentamiento entre Pablo Iglesias e Iñigo Errejón en Podemos, sobre la base de unas discrepancias en Podemos Madrid, lo que fue desmentido y a la vez denunciado por el propio Errejón. De la misma manera que algunos activistas del ‘clan oculto felipista’ de Sánchez empiezan a difundir en algunos medios y debates la especie de que hay ‘un clamor silencioso’ en el PP en contra Rajoy.

Si a todo ello añadimos las portadas y los editoriales del diario El País (y sus adictos tertulianos audiovisuales) contra Iglesias y las amenazas lanzadas desde el PSOE -aunque luego las desmienten- en contra de los ‘alcaldes del Cambio’, usando a la estrambótica Carmena -que un día dice una cosa y el otro la contraria- como ariete contra Iglesias, o al fiscal Jiménez Villarejo (cercano al felipismo) veremos que lo que está ocurriendo no es casual y tiene muy claros objetivos.

El primero de ellos es el de fomentar la idea de que Pedro Sánchez sigue siendo el nominado del Rey para la investidura. Y actúa como tal cuando afirma que es él quien tiene convocar reuniones con el PP o Podemos, cuando en realidad ya es uno mas. Pero Sánchez se arroga los 130 escaños del PSOE y Ciudadanos, lo que ha empezado a crear problemas en el partido de Rivera porque se ven presos del abrazo de Sánchez, lo que daña su autonomía y pretendida posición en el centro de la política de cara a un posible adelanto electoral.

El segundo objetivo que pretenden los confabulados contra Iglesias y Rajoy es debilitar al PP y a Podemos para que finalmente se rindan y se abstengan facilitando el gobierno de Sánchez. Pero lo tienen muy mal porque no parece que nadie dé su brazo a torcer. Y lo que es peor si se detectaran problemas en el seno de uno de esos dos partidos el apoyo al PSOE sería todavía mucho mas difícil especialmente en el caso de Podemos, porque su ‘confluencias nacionalistas’ no lo consentirían.

De manera que esta aparente guerra sucia de ciertos agentes, entre los que deambula un Felipe González furioso por la alusión que sufrió de Iglesias sobre la cal viva de los GAL -lo que además es cierto-no da la impresión que les vaya a salir bien. No obstante esta nueva intromisión de González en el PSOE donde parece estar mas implicado que nunca es llamativa y se la vincula con Juan Luís Cebrián en el diario El País, el Rey padre Juan Carlos I y la cúpula del poder empresarial.

Además González odia a Julio Anguita, por ello acusó a Iglesias de ser un aventajado discípulo del político cordobés, porque teme que pueda cerrarse un gran acuerdo electoral entre Podemos e IU. Lo que sería pésima noticia para el PSOE porque en ese caso los socialistas podrían pasar del segundo al tercer lugar de los partidos nacionales por detrás del PP y de Podemos.

Otro dato que refuerza el protagonismo de González en el PSOE y en este proceso es el empeño de González en colocar a algunos de los que fueron sus ministros felipistas, Javier Solana o Joaquín Almunia. Algo a lo que y hizo alusión ayer Pedro Sánchez cuando habló de un gobierno en el que estén destacados políticos ‘independientes’.

En cuanto a las intrigas del renovado ‘clan felipista’ en el PP, ahí está la reciente y no menos intencionada portada de El País de Pedro Sánchez con Cristina Cifuentes en el Congreso de UGT. O la primacía que en esos medios dan a los casos de corrupción del PP, cuando ahora son los del PSOE los que tienen un renovado protagonismo (Chávez y Griñán, Pere Navarro, Narcís Serra, Hernández Moltó, etc), motivos todos ellos por los que Sánchez no habló de corrupción en el debate de investidura.

De ahí también el empeño del PSOE en someter a Rajoy a una sesión de control de un Gobierno en funciones, con el solo objetivo de desgastar y arrinconar al PP. Lo que no tiene sentido ni parece constitucional, motivo por el que Rajoy y su Gobierno no se prestarán a esa sesión de control.

Se trata en suma de mantener la presión y el acoso a Podemos y el PP para aparentar que Sánchez sigue siendo el nominado por el Rey para su investidura como presidente del Gobierno, lo que no es verdad.