"Han querido robarle el voto a los andaluces con un montaje chusquero". Con estas palabras se despidió esta semana del Congreso la candidata de Vox a la Junta de Andalucía, Macarena Olona, acusando al Gobierno de Pedro Sánchez de orquestar un plan, fracasado, para apearla de la carrera al Palacio de San Telmo. El intento fallido de la izquierda de anular su candidatura para las elecciones del 19 de julio, a cuenta de las dudas sobre su empadronamiento en Salobreña, se ha convertido en un arma electoral para Vox al brindarle un protagonismo inesperado a explotar sin ni siquiera haber arrancado aún la campaña. Incluso Olona, ya no es Olona, ahora es Macarena, 'Macarena de Salobreña'.
Los comicios andaluces son cruciales al ser la antesala del intenso año y medio electoral que queda por delante hasta las próximas elecciones generales a finales de 2023, pasando por las municipales y autonómicas del próximo mes de mayo. Por ello, Vox, al calor del éxito cosechado en Castilla y León el pasado 14 de febrero -donde consiguió la Vicepresidencia de la Junta, tres consejeros y la Presidencia de las Cortes-, ha decidido poner toda la carne en el asador colocando a todo un peso pesado de la formación como es Macarena Olona, su "mejor candidata", en palabras del propio Santiago Abascal.
A diferencia del candidato de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, ella no es ninguna desconocida. Esta abogada del Estado se ha convertido en uno de los rostros más reconocidos de la formación desde que aterrizara en el Congreso en 2019, precisamente como cabeza de lista por Granada. Considerada la 'lengua más afilada' del hemiciclo, Olona ha disparado contra todo y contra todos en cada una de sus intervenciones durante las sesiones de control al Gobierno con un estilo propio: combativo, pelón, irrespetuoso y explosivo. La secretaria general del partido de Abascal en el Congreso no duda en poner también motes a sus rivales como "Lady paro", "ministra comunista”, “Fashionaria” e incluso "fea" a Yolanda Díaz o llamando "perros rabiosos" a los sindicatos.
#SesiónDeControl @Macarena_Olona, portavoz adjunta de @VOX_Congreso, pregunta a la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de @empleogob, @Yolanda_Diaz_, “por qué ha utilizado recursos públicos para realizar la visita de carácter privado a El Vaticano”. pic.twitter.com/R2ngQxpNBr
— Congreso (@Congreso_Es) December 22, 2021
Además por su formación, Olona es la voz del partido en asuntos jurídicos, por lo que no hay recurso de inconstitucionalidad que presente la formación que no cuente con su presencia durante su registro y su explicación ante los medios. Algunos de los cuales han propinado grandes derrotas al Gobierno de Sánchez como la anulación de los dos primeros Estados de alarma así como del cierre del Congreso decretado por Meritxell Batet durante los primeros meses de la pandemia.
Con esta breve pero intensa carrera electoral y su impronta personal, Macarena Olona desembarca en estos comicios, bajo el lema 'Cambio Real', para sacudir el tablero electoral andaluz, conquistar en las urnas la llave de Gobierno y forzar al presidente de la Junta y candidato a la reelección del PP, Juanma Moreno, a abrir a Vox las puertas de la Junta con ella como vicepresidenta. Ni más ni menos que el mismo pacto que se vio obligado a aceptar el popular Alfonso Fernández Mañueco para retener el Gobierno castellanoleonés.
"Se viene el #Macarenazo"
La media de las encuestas publicadas hasta el momento apuntan a que el PP ganaría las elecciones pero podría no obtener la mayoría absoluta para gobernar en solitario. Con el hasta ahora socio de Moreno, Ciudadanos, en caída libre y al borde de la extinción en el Parlamento andaluz, Vox busca movilizar el voto en la campaña andaluza, saben que la marca está fuerte y los sondeos le arrojan un crecimiento importante en los comicios del 19-J con una tercera posición y al menos 20 escaños, casi el doble de los 12 que tiene actualmente. Lo que no se esperaba, quizás, es que antes de empezar siquiera la campaña, le llegara de manos de la izquierda un valioso presente: un escaparate perfecto para multiplicar su presencia en los medios y promocionar su candidatura. Una presa que no piensa soltar Olona, dispuesta a seguir estirando el chicle al máximo.
"Se viene el #Macarenazo". Con este mensaje, publicado de un club de seguidores de la política y retuiteado por la propia Olona, la candidata de Vox celebraba con un vídeo de apenas cinco segundos que la, a su juicio, maniobra urdida por la izquierda para apearla de la carrera electoral fracasaba: la Junta Electora de Granada admitía su candidatura como cabeza de lista por Granada, tras validar su empadronamiento en Salobreña.
Se viene el #Macarenazo ? https://t.co/B36Y2Rl6OD pic.twitter.com/DRMfoFS3m8
— Macarena Olona Fan Account (@OlonaFan) May 23, 2022
Vox se ha esforzado desde que anunciara su candidatura en fomentar una imagen de la alicantina más andaluza, a pesar de que nunca ha residido en la comunidad. Por ello, se plantó en la Feria de Sevilla, vestida de flamenca, y también acudió a la de Jerez. Sin embargo, ha sido el culebrón del empadronamiento de Olona el que ha monopolizado hasta el momento, junto a los líos de la coalición de izquierdas Por Andalucía, la precampaña del 19-J.
El vodevil del supuesto empadronamiento ficticio de Olona arrancó el pasado 13 de mayo. Ese día la Cadena SER desvelaba que la candidata de Vox se empadronó en noviembre del año pasado en la localidad granadina de Salobrena para poder concurrir a las elecciones autonómicas. El problema radicaba en que lo hizo en un domicilio en el que no residía de manera habitual, sino en la vivienda de Manuel Martín Moreno, líder de Vox en Granada. Él mismo llegó a reconocer que no podía "decir que ella esté aquí regularmente porque estaría mintiendo".
A raíz de esta información, Andaluces Levantaos, una coalición de izquierdas que también concurre a los próximos comicios, presentó el 18 de mayo un recurso ante la Junta Electoral Provincial de Granada, en el que pedía que se anulase su candidatura por “incumplimiento del requisito de vecindad en esta comunidad autónoma y por empadronamiento ficticio”.
Para enredar más la historia, el Ayuntamiento de Salobreña, en manos de los socialistas, inició el 17 de mayo la baja de oficio de dicho empadronamiento, ya que la Policía local no pudo “acreditar que la señora Olona reside en la vivienda”, según explicó en un comunicado.
Seis días después, el 23 de mayo, la Junta Electoral de Granada ponía punto y final a la historia al mantener la candidatura de Olona, alegando que el empadronamiento y su inscripción en el censo electoral son “actos administrativos en firme”. Una decisión que le caía a la candidata de Vox como un regalo del cielo, dispuesta a sacar partido a la fallida maniobra de la izquierda. Una victoria que le brindaba la oportunidad a Vox de moverse donde está mas cómodo, en el barro, donde siempre gana.
Ese mismo día, radiante y feliz, la propia Olona presentaba triunfante ante la Guardia Civil de Salobreña una denuncia contra la alcaldesa socialista de esa localidad, María Eugenia Rufino, por un posible delito electoral, prevaricación administrativa y vulneración de derechos fundamentales. "Le ha salido el tiro por la culata. No es que tenga cara de imputada , tiene cara de condenada", decía la candidata de Vox un día después a las puertas del Consistorio granadino ante varios simpatizantes.
La alcaldesa socialista de Salobreña recibirá su merecido ?
?️ @Macarena_Olona: "Le ha salido el tiro por la culata. No es que tenga cara de imputada, tiene cara de condenada". pic.twitter.com/d2Udq8RXmC
— VOX Parlamento de Andalucía (@AndaluciaVox) May 24, 2022
Asunto que también llevó la abogada del Estado, aún diputada, a su despedida del Congreso el pasado 25 de mayo, donde protagonizó un fuerte encontronazo con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, acusándole directamente de haber urdido un "montaje chusquero" para "echarla" de Andalucía. "Han querido robarle el voto a los andaluces", denunció en el hemiciclo la dirigente de Vox tildando a Bolaños de "ministro perejil" por "estar en todas las salsas y en todos los fiascos". "Usted salió del Congreso la semana pasada y llamó a la alcaldesa para que le arreglara lo de Olona, pero ¡vaya guantada se ha llevado! Urdieron una cacicada como las que nos tienen acostumbrados en Andalucía, y la alcaldesa me echó del padrón", le espetó a Bolaños otorgándose el título de 'Macarena de Salobreña'.
Brutalllll…!!! pic.twitter.com/1zwaG6XzAF
— Draco (@Jose21898603) May 25, 2022
Echar a Olona, una estrategia fallida
Más allá de darle un protagonismo e incluso un victimismo innecesario a la candidata de Vox, la estrategia de la izquierda es fallida de partida por otras dos razones: existen precedentes que avalan su candidatura y, de haber tenido éxito, no hubiera cambiado nada.
En la hemeroteca existen otros casos de políticos similares al de Olona. Uno de los más sonados fue el del popular Javier Maroto, que, tras perder su condición de diputado por Álava en 2018, se empadronó en el municipio segoviano de Sotosalbos, con el que no mantenía ninguna vinculación, el 26 de junio de 2018, justo un mes después de las elecciones autonómicas, cuando se dio a conocer que al PP le correspondía un senador por Castilla y León. En un pleno celebrado el 23 de julio, el exalcalde de Vitoria fue designado senador con los votos de PP y Cs.
Distinto fue el caso de Toni Cantó, que se cayó de las listas de Isabel Díaz Ayuso para las elecciones del 4 de mayo de 2021 porque el exdiputado en las Cortes Valencianas de Cs se empadronó en la Comunidad de Madrid demasiado tarde, a finales de marzo cuando la ley electoral exige que para formar parte de las listas hay que estar empadronado antes del 1 de enero del año electoral.
Más allá de si el empadronamiento es ficticio o no, la estrategia era un fracaso incluso antes de conocerse la decisión de la Junta Electoral, puesto que no hubiera cambiado nada. En el hipotético caso de que Olona se hubiera caído de la lista, ella habría sido quien hubiera protagonizado todos y cada uno de los actos de campaña de Vox. Además, según desveló El Mundo, el plan B de Abascal pasaba por seguir exigiendo al PP la vicepresidencia de la Junta para Olona, cargo para el que no necesita ser diputada en el Parlamento andaluz.
El protagonismo innecesario y gratuito de la candidata de Vox también ha despertado intranquilidad en las filas de los populares. Hasta el punto de que el presidente de la Junta de Andalucía y candidato a la reelección lanzó el pasado 22 de mayo un órdago: o gobierna en solitario o habrá repetición electoral. Sin embargo cuatro días después modulaba su mensaje y abría la puerta a un pacto con Vox trazando unas líneas rojas: lucha contra la violencia de género, el cambio climático y la autonomía andaluza.
Mientras 'Macarena de Salobreña', venida arriba y obviando las encuestas, ninguneó esta semana al candidato popular afirmando que el 19 -J la disputa en Andalucía será entre Vox y el PSOE. En tono de sorna, Olona sugirió además que Moreno sería "un vicepresidente extraordinario" suyo: "Va a tener su espacio y se va a sentir realizado aportando su experiencia de gestión conmigo al mando".