La crisis financiera se está convirtiendo en la mayor amenaza electoral para Sánchez

La crisis de Deutsche Bank, tras las quiebras de Silicon Valley Bank y de Credit Suisse, amenazan la estabilidad financiera de la UE y en España favorecerán, en vísperas de los comicios del 28-M, al PP

La crisis financiera se está convirtiendo en la mayor amenaza electoral para Sánchez

Deutsche Bank

Una gran mayoría de ciudadanos como ocurrió tras la crisis financiera de 2008 -que Zapatero negó y ocultó- consideran que el PP es el partido más seguro para gestionar una crisis financiera internacional, mientras que el Gobierno de Sánchez, hoy prácticamente roto -y en coalición con partidos comunistas y separatistas, no ofrece estabilidad ni capacidad de gestión.

Y además en los últimos meses el presidente Sánchez y varios ministros han señalado y descalificado a los primeros gestores de bancos y de empresas importantes del país (Santander, Iberdrola, Mercadona, Inditex y Ferrovial).

Lo que aumenta la inestabilidad financiera e inseguridad jurídica en España, y a lo que se añade el disparatado gasto social/electoral de Sánchez en un momento de descontrolados crecimiento de la deuda pública. Y cuando la reforma de las pensiones, como ha dicho la AIRef, pone en peligro y riesgo las arcas de la Seguridad Social, lo que obligará al Gobierno al aumento de la presión fiscal.

Elementos todos ellos que preocupan a las clases medias que ya temen por sus ahorros y patrimonios y que, si la crisis financiera avanza y se confirma, no dudarán en votar el PP. Y no solo en las elecciones generales del mes de diciembre, para forzar un cambio de Gobierno, sino también en los comicios municipales y autonómicos del próximo 28 de mayo.

El riesgo de una nueva crisis financiera internacional

El nuevo e inicial ‘tsunami’ financiero internacional, que estalló en USA con la quiebra del Silicon Valley Bank y llegó a Europa con el hundimiento de Credit Suisse, segundo gran banco internacional de Suiza, que hubo de ser comprado por UBS, ahora se ha extendido a Alemania.

País donde su primer banco, el Deutsche Bank ha entrado de lleno, con fuertes caídas en la Bolsa, en el pantano de las turbulencias financieras internacionales. Y ya se empieza a hablar del posible impacto de crisis del Deutsche Bank en otros países europeos y entidades como el BNP Paribas, en Francia, o en el Barclays del Reino Unido.

Inquietudes que primeros organismos internacionales financieros intentan frenar con mensajes tranquilizadores e importantes ayudas económicas de los Bancos Centrales para evitar otra crisis financiera mundial. Como la que en 2008 provocó la caída de Lehman Brothers y el pánico generalizado en todo el mundo.

Lo que en la UE y en España especialmente obligó a nuestros bancos a tomar medidas drásticas en su capitalización y reservas, como lo repiten a diario desde la Comisión Europea de Bruselas.

O desde a Fráncfort el BCE y en España desde el Gobierno y el Banco de España. Asegurando que hoy nuestro país está mucho mejor preparado que en 2008 para afrontar el riesgo de una nueva crisis financiera internacional.

La que de momento sólo está en fase de ‘amenaza y riesgo’ pero que podría acabar estallando. Y no digamos si Putin (sabedor del problema financiero Occidental) decide aumentar sus ataques y utilizar armamento de una mayor capacidad de destrucción en la guerra de Ucrania.

Veremos qué ocurre en los próximos días y semanas pero está situación de tensión financiera de está convirtiendo en el presente año electoral español en la mayor amenaza electoral para Pedro Sánchez y el PSOE.

Y con mayor motivo para las minorías de extrema izquierda y separatistas que acompañan al Presidente. Entre otras cosas porque un nuevo estallido financiero puede destruir mucho empleo y poner en peligro los ahorros de muchas familias de clases medias y bajas.

No en vano las grandes fortunas de las clases altas a buen seguro que ya se están poniendo a resguardo en defensa su patrimonio personal y familiar.