El adelanto de las generales

Feijóo medita un pacto nacional con un PSOE liderado por García Page si el PP gana el 23J 

El líder popular, que como Sánchez se juega su liderazgo, no quiere poner en marcha pactos autonómicos y municipales con Vox antes del 23J

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, junto al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.

EFEEl presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, junto al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.

El líder y presidente del PP, Alberto N. Feijóo, que el pasado lunes declaró que mantiene su compromiso de que gobierne la lista más votada puede anunciar y está meditándolo que no hará pactos de gobierno con Vox, en las comunidades y ayuntamientos antes de las elecciones del 23 de julio.

Y también, Feijóo puede que, si gana las elecciones del 23J, no descarte la posibilidad de un pacto de Gobierno nacional con el PSOE, en el caso de que Sánchez salga derrotado por segunda vez, anuncie su marcha y en el PSOE se abra paso García Page como nuevo líder del Parido Socialista.

Un horizonte que planteado así por Feijóo facilitaría que los votantes de Cs -partido que ha renunciado a estas elecciones- se pasen en bloque al PP. Al  que también se podrían añadir en este caso bastantes votos del PSOE y de especial manera de los que han perdido, por culpa de Sánchez, sus cargos en autonomías y ayuntamientos.

Las noticias de que Feijóo busca aplazar sus posibles pactos con Vox hasta después de las elecciones generales del 23 de julio, para evitar que Sánchez anuncie la llegada de la coalición PP-Vox, son equívocas e insuficientes para marcar una línea roja entre Feijóo y Abascal.

Una línea roja como la que marcó Pablo Casado durante la primera moción de censura de Vox o como la que ahora marcarían en este momento tanto Isabel Ayuso como José María Aznar.

Entre otras cosas porque, si Sánchez el 23-J se juega su presencia en el poder y la permanencia del sanchismo en España, también Feijóo se juega su liderazgo en el PP y en la oposición si no gana estas elecciones o no consigue gobernar.

De manera que los pactos autonómicos y municipales que se derivan de los resultados del 28M deben pasar a un segundo plano por muy importantes que sean Valencia o Extremadura para el PP. Porque la prioridad ahora es el Gobierno de España.

Y sería un error de cálculo confiarse a resultados de las nuevas encuestas, las independientes de GAD3 pro PP y las habituales del CIS pro Sánchez, porque la batalla central está en ver si el PSOE logra movilizar a los votantes de la izquierda y si el PP se lleva a todos los votantes de Cs y a parte de los del PSOE, alejándose de Vox.

Estamos en los primeros compases y ajustes de las estrategias y alianzas de unos y otros que deberán se presentadas antes de que arranque de manera oficial la campaña electoral. Sánchez tiene clara su estrategia de denuncia de una alianza entre PP y Vox, mientras que Feijóo debe de aclarar si la línea que lo separa de Abascal es roja o de otro color.