El sumario del 'caso cuarteles' que revelaba las posibles irregularidades en obras de cuarteles de la Guardia Civil afectando a casi 200 proyectos de trece comandancias distintas, adjudicadas todas ellas a empresas de Ángel Ramón Tejera de León entre 2014 y 2019 por un importe total de más de 2,6 millones de euros, certifica ahora que existe un desvío de dinero en trabajos no realizados de 142.706 euros de los 236.914 que se pagaron para los acuartelamientos de Ávila.
El informe de Asuntos Internos es claro tras haber preguntado a guardias civiles y tras contratar a la perito arquitecta María Teresa Castillo que se recorrió los 26 acuartelamientos de la provincia en los que constaba alguna reforma por las sociedades del empresario canario. El informe de la perito muestra pintura desconchada, humedades e imágenes de paredes pintadas en diferentes colores.
Castillo muestra en sus informes, revela La Razón, cómo en una de las instalaciones del Instituto Armado se pagaron 3.959 euros por trabajos de pintura y, sin embargo, las fotografías muestran que la pintura esta descascarillada. Tanto es así que la perito considera que ese trabajo tiene un valor de 878 euros por lo que el resto de dinero se lo quedó Tejera de León, alías 'Mon', por unos trabajos que no se realizaron. Como en el resto de cuarteles.
El escándalo va más allá y se torna en chapuza después de que Asuntos Internos corroborara con otros agentes del cuartel de Arenas de San Pedro que para pintar "ni siquiera retiraron los cuadros colgados en las diferentes paredes" y señaló que los metros que hay consignados en la factura no se corresponden con las dependencias oficiales porque no tienen esas dimensiones.
Pero las declaraciones de guardias civiles continúan en los informes de Castillo y de Asuntos Internos de la Guardia Civil: "Las zonas comunes a las que hace referencia la factura no llegaron a ser pintadas en ningún momento", confesaron en el puesto de Candeleda.
Y en el acuartelamiento de Pedro Bernardo volvieron a hacer lo mismo con los cuadros: "Únicamente pintaron el cuarto de puertas y ni siquiera quitaron el cuadro del Rey", además, en este mismo cuartel "el tono en el que pintaron la pared era de color blanco y el resto de dependencias oficiales se encontraban pintadas en color crema", reza el informe. Por esta labor las empresas de 'Mon' se embolsaron 4.912 euros.
En otro puesto, el de El Barco de Ávila, los trabajadores no estuvieron más de dos horas. "No se procedió a la reparación de humedades tal y como recoge la factura", explicaron allí. Pasados unos días enviaron un correo electrónico desde la comandancia a través de la compañía para que comunicara las dimensiones pintadas. Contestaron que unos 30 m2, pero según confesó el agente a la Guardia Civil alguien luego se puso en contacto con él para decirle que tenía que poner más metros. "Cree recordar que le dijeron que pusiera más de 100 m2", asegura el informe. Otros 3.718 euros para 'Mon'.
Entre tanto, la Guardia Civil asume perpleja la sucesión de casos que estos días ponen en entredicho su nombre y aseguran que el daño reputacional es "irreparable", como así aseguraban fuentes de la Benemérita al diario ABC. Algunos mandos admiten incluso que la institución se enfrenta al caso más grave de corrupción desde Roldán.
A pesar de ello, desde el Instituto Armado se muestran seguros de que "este episodio, terrible, pasará y la Guardia Civil recuperará su prestigio". Además, defienden que no todos los que se encuentran dentro son como "estos dos" en referencia a los implicados en los casos cuarteles y el de Tito Berni, a los que acusa de "venderse por unos puros, unas copas, unos palcos o unos viajes".