El uso de lenguas cooficiales a partir de este martes en el Congreso de los Diputados, con el visto bueno del PSOE y Sumar, cumple con las exigencias planteadas por grupos como Junts y ERC y es un paso significativo para intentar atraer su apoyo en una investidura de Pedro Sánchez. A partir de este martes, el Congreso permitirá hablar en las lenguas cooficiales, esto es, en catalán, euskera o gallego, facilitando la correspondiente traducción al castellano. También se podrá usar el bable o el aragonés, si bien en este caso los diputados deberán autotraducirse por no tener éstas rango de lengua oficial.
Las conversaciones del Gobierno en funciones con Junts para una posible investidura de Sánchez avanzan con mucha discreción, sobre todo por parte del PSOE, pero algunos gestos y acuerdos daban pistas desde hace semanas de que el camino se iba despejando, aunque sigue sin estar claro cuál será el desenlace.
Uno de estos acuerdos consiste en la reforma del Reglamento del Congreso para permitir el uso de las lenguas cooficiales en toda la actividad parlamentaria, que fue una de las exigencias planteadas por Junts y ERC para que saliera adelante el pacto sobre la Mesa de la Cámara Baja, presidida por la socialista Francina Armengol.
La otra batalla para contentar a los partidos independentistas, amnistía aparte, se libra en Bruselas, donde este mismo martes España insistirá en la urgencia de oficializar el catalán, el euskera y el gallego en la UE, pese a las dudas del resto de países.
Pero ya desde este mismo martes, durante el pleno del Congreso que debatirá precisamente esta reforma del Reglamento, los diputados que lo deseen podrán usar el catalán, euskera y gallego en sus intervenciones por decisión de la Mesa, donde el PSOE y Sumar son mayoría.
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, irá este martes al Congreso antes de un debate parlamentario que servirá para analizar el estado actual de las relaciones del PSOE y Sumar con los republicanos catalanes y sobre todo con Junts, cuyo apoyo es fundamental para que una hipotética investidura de Sánchez salga adelante.
ERC, Junts y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) tienen previsto utilizar el catalán y el gallego respectivamente en todas sus intervenciones en el Congreso mientras que el PNV y EH Bildu compaginarán el euskera con el castellano en sus discursos, dependiendo del calado de sus discursos.
No es descartable que los diputados del PSOE y Sumar que sepan catalán, euskera o gallego lo usen para intervenir en el Congreso. En el caso de Sumar, grupo que integran siete partidos, hay formaciones como En Comú, Compromís, Més o CHA que es más que previsible que sí lo hagan.
En concreto, el diputado de la CHA, Jorge Pueyo, ya avanzó que utilizará el aragonés, según le interese, como, según dijo, hacía Pedro IV, 'el Ceremonioso'. En su caso, deberá traducir el mismo sus palabras. Lo mismo tendrá que hacer el diputado aranés del PSC, Amador Marqués Atés, si decide utilizar esa lengua.
Quienes se da por seguro que no usarán ninguna de las lenguas oficiales distintas al castellano son los diputados del PP y Vox, cuyos partidos han anunciado sendas enmiendas de totalidad a la reforma del Reglamento.
En el caso del PP, su portavoz, Borja Sémper, ha dicho este lunes que los 'populares' no harán "el canelo de cara a la galería". "Entendemos que tenemos una lengua común para comunicarnos", señaló la semana pasada la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán.
¿Cuánto cuesta?
La Cámara Baja ha provisionado un máximo de 279.849 euros hasta final de año para costear los gastos derivados de su uso en los plenos que se celebren desde este martes.
No se trata de una previsión de gasto ya cerrada, sino de una estimación del coste máximo que podría suponer la aplicación de esta medida, para lo que se contará con una bolsa de 12 traductores, trabajadores autónomos que se encargan también de las traducciones simultáneas en el Senado.
Estos profesionales homologados facturarán por servicio (entre 80 y 100 euros por hora, según algunas fuentes) y trabajarán en remoto, por lo que durante los plenos no estarán presentes ni en el hemiciclo ni en ninguna otra dependencia del Congreso.
Para el estreno este martes se contará con seis traductores, un número que en cada sesión puede variar en función de la necesidades.
La señal del pleno irá directamente traducida a las televisiones, las cabinas de prensa y por 'streaming' con el audio original y la voz del traductor por encima y con subtítulos en castellano.
Dentro el hemiciclo habrá además dos pantallas, una situada en la barandilla de la tribuna de prensa y otra en la de invitados, para que los diputados puedan leer los subtítulos.