“No vamos a montar toda esta expectación para que al final sea Pedro Sánchez quien salga a contestar a Alberto Núñez Feijóo”. Así respondía un alto dirigente de La Moncloa al ser preguntado, por enésima vez, quién iba a intervenir por parte del Grupo Socialista para contestar al candidato del PP en el debate de investidura. Y todas las especulaciones se dirigieron hacia el portavoz parlamentario, Patxi López.
Sin embargo, pasadas las 15.30 horas del martes, cuando se reanudó la sesión parlamentaria tras la intervención matinal del candidato a la investidura, la presidenta de la Cámara afirmó: “Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Puente”. Y del medio del hemiciclo surgió una figura del “señor Puente”, que cuando las cámaras de televisión lograron enfocarlo se supo que era Óscar Puente, ex alcalde de Valladolid y durante un breve periodo de tiempo portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE. Las caras en la bancada del PP eran un poema y en la filas del PSOE había risas y rostros de sorpresa. Y ahí cambió todo el debate de investidura.
Previamente, Feijóo había hecho un discurso muy elaborado para presentar su investidura ante el Congreso. Una primera parte para dejar claro que no pactará nunca ni una ley de amnistía ni un referéndum por la autodeterminación de Cataluña, y que por ello no será presidente del Gobierno. Una segunda parte esbozando un programa de Gobierno con propuestas atractivas y con tintes electoralistas en múltiples campos. Y una tercera parte volviendo a plantear al PSOE de Pedro Sánchez los seis pactos de Estado que ya le ofreció en la reunión que ambos mantuvieron hace semanas.
Pero todo saltó por los aires cuando el “señor Puente” salió a la tribuna y esbozó un discurso durísimo contra el PP. La bancada del PP se incendió y empezó a gritar al presidente del Gobierno en funciones: “¡Cobarde, cobarde!”.
Pero el “señor Puente”, uno de los políticos con fama de más agresivo verbalmente, no se inmutó y empezó diciendo: “A mí me pasó como a usted, señor Feijóo. Fui el candidato más votado y un pacto entre ustedes y Vox me relegó a la oposición. Eso que ustedes han acuñado como una coalición de perdedores”. Y añadió: “¿Cómo es eso de ser ganador de las elecciones, lo de la lista más votada? Así llegaron a gobernar Juanma Moreno (Andalucía), Ayuso (Madrid) o el señor Mañueco (Castilla y León”.
Puente siguió, y le dijo a Feijóo que pierda toda esperanza de quebrar al PSOE y buscar votos en sus filas y hasta le acusó de formar parte del PP más rancio y de sus vinculaciones con el narcotráfico: “Forma parte usted del PP de Galicia, de esa gran familia retratada en Fariña”, llegó a decir.
Feijóo se crece
El PP sufrió el golpe de efecto y, en un principio, Feijóo no iba a contestar al inesperado portavoz socialista, pero decidió hacerlo. Dicen algunas fuentes que tenía en su escaño una carpeta con el nombre de Sánchez y otra de Patxi López, para dar la réplica en función de quién iba a intervenir, pero subió al estrado sin ninguna de ellas.
"No voy a participar en el club de la comedia", dijo dirigiéndose a Sánchez. Feijóo recordó al líder del PSOE que en campaña le pedía seis debates y que ahora no era capaz de hacer ni el segundo, y calificó su gesto como "lamentable" y ha presentado como un signo del deterioro de las instituciones.
Luego, Feijóo aprovechó cada respuesta, fuese a Vox, a Sumar y hasta a los partidos independentistas catalanes, para contestar a Puente o intentar provocar a Sánchez para que interviniera. ”El señor Sánchez no es nada sin los diputados de Bildu y Esquerra, así que entiendo que no tenga cuajo de presentar aquí su proyecto político”.
En las respuestas de Núñez Feijóo a Sumar, a ERC o a Junts per Catalunya no utilizó un tono precisamente de conciliación. Con la coalición de izquierda se burló de la portavoz parlamentaria y de Yolanda Díaz por sus malos resultados en Galicia, al portavoz de los republicanos de izquierda no le contestó en su turno y lo agrupó en su segunda intervención para denunciar que los dos partidos catalanes no cumplen la ley para ser grupos parlamentarios.66.
Pero nada de la sesión de investidura fue casual. Sánchez quiso poner al PP ante el espejo de sus contradicciones en torno a la lista más votada y, además, decirle muchas cosas que piensa de Feijóo pero que no puede hacerlo desde la institucionalidad. “Si Feijóo hizo un mitin, le contestamos con otro mitin”, dijo un dirigente socialista.Y Feijóo hizo un discurso para reivindicarse ante los suyos y garantizarse su liderazgo, sabedor que no va a ser presidente del Gobierno.
Lo cierto es que la militancia socialista salió más que satisfecha y Óscar Puente se convirtió en el hombre de la tarde. En el PP, pasado el golpe de efecto, se identificó plenamente con la intervención de Feijóo y su contenido.
Pasadas las nueve de la noche se suspendió la sesión que se reanudará este miércoles con el resto de grupos que quedan por intervenir y la primera votación de la investidura. Todo apunta a que Feijóo no superará el primer examen y el próximo viernes se celebrará la segunda votación.