Por sorpresa aunque no por ello no esperable, Pedro Sánchez ha precipitado este lunes una 'minicrisis' de Gobierno. Una pequeña modificación en su gabinete, obligada para lanzar de una vez a las dos ministras socialistas designadas candidatas desde el pasado noviembre a las elecciones municipales del 28 de mayo: Carolina Darias y Reyes Maroto. Así, Sánchez ha anunciado que la ministra de Sanidad y candidata al Ayuntamiento de Las Palmas será sustituida por José Manuel Miñones Conde, delegado del Gobierno en Galicia, y que la titular de Industria y candidata a la Alcaldía de Madrid será reemplazada por Héctor Gómez Hernández, exportavoz del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso.
Como se había previsto, Sánchez no toca a ningún ministro de Unidas Podemos. De esta forma, el nuevo gabinete estará formado por 12 mujeres y 10 hombres.
Pese a que su intención inicial era acometer en abril los cambios en el Consejo de Ministros, el presidente ha sucumbido a las presiones de las federaciones socialistas de Madrid y Canarias, y de las propias ministras, para volcarse de una vez por todas en sus candidaturas.
Ambos nombramientos se han hecho públicos después de que Sánchez los comunicase al rey Felipe VI y previsiblemente jurarán o prometerán sus cargos este martes en el Palacio de la Zarzuela, para que puedan incorporarse ese mismo día al Consejo de Ministros.
En una declaración institucional desde Moncloa, Sánchez ha agradecido el trabajo de ambas ministras durante todo este tipo y ha repasado sus logros.
En el caso de Maroto ha destacado la reactivación del turismo tras la pandemia y su labor "extraordinaria" a la hora de sacar adelante normas como la ley de industria tras momentos duros como la guerra de Ucrania.
Y en el caso de Darias, ha destacado el éxito de la campaña de vacunación y el fortalecimiento de la Sanidad pública con un plan muy ambicioso para la Atención Primaria, entre otras cosas.
Para el PSOE, Maroto y Darias afrontan dos Alcaldías claves, en las que Sánchez ha decidido apostar por dos ministras de su Gabinete a las que valora por su gestión. En Canarias, tanto a nivel autonómico como a nivel provincial las expectativas de los socialistas son buenas y, en Madrid, aunque la Alcaldía se antoja difícil, un buen resultado a nivel municipal sí podría ser determinante de cara a la Comunidad, donde el PSOE alberga alguna mínima esperanza de descabalgar a Isabel Díaz Ayuso.
Tal y como quería Sánchez, la crisis de Gobierno se ha limitado a una 'minicrisis de Gobierno', nada que ver con la acometida en pleno verano de 2021, en julio, cuando echó de su Ejecutivo hasta siete ministros socialistas, entre ellos Carmen Calvo, José Luis Ábalos e Isabel Celáa, además de prescindir de su 'todopoderoso' jefe de gabinete, Iván Redondo.
No toca a los ministros de Podemos
Y es que, una vez más, tampoco ha tocado a ninguno de los ministros de la cuota morada, pese a la polémica de la ley del 'sólo sí es sí', cuya reforma impulsada por el PSOE salió adelante sin Unidas Podemos y gracias al PP, en medio de exabruptos y descalificaciones entre los dos socios de la coalición en la que sin duda fue la peor semana del Ejecutivo.
El encontronazo por este asunto, considerado por ambas partes como uno de los más graves desde el inicio de la legislatura, propició que se dispararan los rumores sobre la posibilidad de que Sánchez decidiera prescindir de la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Una posibilidad que el propio presidente del Gobierno ha descartado públicamente en todo momento mostrándose orgulloso de cada uno de sus ministros, tal y como reiteró en el reciente debate en el Congreso de la moción de censura presentada por Vox.
El mensaje que Moncloa ha repetido de forma constante es que la coalición no está en peligro y que va a mantenerse hasta el final de la legislatura.
Además, considera que pese a que las diferencias persistan en algunos asuntos y se quieran marcar distancia ante la proximidad de las elecciones, el debate de la moción de censura ha servido para unir a los socios de la coalición ante el riesgo de una alianza como la que podrían representar el PP y el partido de Santiago Abascal.
Ese objetivo común de las fuerzas progresistas creen que ha calado en los ciudadanos.
En ese sentido, Sánchez ha recalcado la intención de llegar con los ministros actuales al final de la legislatura.
El presidente ha precisado que en los próximos nueve meses va a seguir trabajando con las "herramientas políticas de la coalición progresista que han puesto fin a la involución social".
Y ha subrayado que España necesita una década de gobiernos progresistas para revertir los "estragos sociales, económicos y medioambientales" que según él, dejó la década anterior.
La de este lunes es la quinta remodelación del Gobierno en la presente legislatura, y de ellas dos han afectado a ministros de la cuota de Podemos pero por decisión personal suya.
La primera fue la salida de Pablo Iglesias como vicepresidente segundo en marzo de 2021 para presentarse como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, y la segunda fue la del ministro de Universidades Manuel Castells en diciembre de ese año por motivos de salud.