Eclosión de una nueva Europa
La eclosión de Europa, otra vez, como espacio histórico en la configuración de un nuevo escenario geopolítico para las pretensiones de los estados que quisieran configurar la escena en un nuevo turno de poderes, expresivo del cambio histórico por el que discurre el fluir de los tiempos, compone el ritmo y el compás que expresan los pulsos epocales de los distintos capítulos de la historia. En la presente ocasión, con la creciente tensión entre otras grandes potencias, como EE.UU., Rusia y China, la novedad corresponde a la función de Europa como sujeto sobrevenido en el quehacer histórico propio de una época no prevista, expresada conforme lo que supone un necesario protagonismo emergido para el continente. Una hipótesis no prevista como evento histórico, como algo precipitable para un orden (o desorden) mundial cuanto menos inquietante.