La impotencia generadora del caos sobrevenido en Afganistán da pie y explica la afirmación del presidente de Biden de que: «…los soldados estadounidenses seguirán en Kabul hasta que el último americano salga del país» parece aportar un factor de claridad, referencia de luz bastante a la panorámica contenida dentro del actual horizonte, que trae su base más remota en el 11-S. Significa ello, cabe decir, que la complejidad del escenario viene determinada por el nivel novísimo de interdependencia al que se ha llegado dentro del conjunto de factores en liza. Posteriores referencias presidenciales de muy última hora, insisten en aseverar que toda hipótesis de retirada siempre implicará nuevas complejidades de efectos caóticos, habida la cuenta lo intricando de la situación de partida, pues el peso del fracaso afgano no solo habrá de soportarlo gran parte del planeta sino que es, además, de una evidencia incuestionable.