El problema radica, según han descubierto investigadores alemanes, en los vectores de adenovirus empleados para las vacunas de Astrazeneca y Jansen, cosa que abre la puerta a la solución al problema que afecta a estos fármacos en términos de riesgo para su aplicación, lo que obstaba a la utilización plenamente confiada, en el ámbito de una situación global cuya escala postula el empleo del más amplio frente de recursos clínicos posible.

Esta respuesta de la ciencia alemana arranca de la identificación de los vectores de adenovirus empleados en tales vacunas, algo como que es posible modificarlas para evitar el riesgo de los coágulos: problema de magnitud crítica en términos estructurales, acordes con todos cuantos concurren en la plenaria dimensión actual de la pandemia del coronavirus, con su rango planetario. Este hallazgo de la ciencia alemana es de una importancia sustantiva, porque engloba y responde a un problema que afecta a la entera Humanidad.