Colombia responde con el Ejército
Es, digamos, como un acuse de recibo. Y el mensaje al que se responde, la activación presuntamente chavista (venezolana o madurista) de la onda subversiva y sinfónica, cursante ya en Chile y la Bolivia posterior a Evo Morales: encapsulado políticamente con el exilio ofrecido por México.
En cierto modo, cabe entender que la respuesta con el Ejército en Colombia, es tanto como un subproducto norteamericano de su propia incontinencia ante el desafío regional a Washington que supone la dictadura “sovietizante”, en Venezuela, de Nicolás Maduro. Que parece operar como estación de repostaje, para toda Suramérica, de esta Rusia postcomunista de Vladimir Putin.
Corresponde a la verosimilitud de esta hipótesis la magnitud de los suministros de fusilaría rusa a las milicias rojas del chavismo madurista atrincherado en la dictadura venezolana.