Las elecciones del 23J

Una campaña para olvidar: guerra de lonas, "inexactitudes" y cuestionamiento del voto por correo

El PP chocó con RTVE por dos de los tres debates y por el uso de la marca 'Verano Azul', mientras Sánchez protagonizó una 'tourné' mediática en detrimento de los tradicionales mítines

Una campaña para olvidar: guerra de lonas, "inexactitudes" y cuestionamiento del voto por correo

Algunos de los momentos de la campaña: Sánchez en 'La Pija y el Quinqui', la lona de Avaaz en Chueca, Sémper descalzo y el 'Verano azul 'del PP y la maqueta del Falcon.

La campaña electoral más embarrada, estrafalaria e incluso a ratos grotesca de la historia de la democracia española llegó este viernes a su fin. Quince eternos días, sin olvidarnos de otras tantas semanas de precampaña, en los que no ha faltado de nada: guerra de lonas, una maqueta de un Falcon a tamaño real, cuestionamientos del voto por correo, un tenso rifirrafe entre Alberto Núñez Feijóo y una periodista a cuenta de una "inexactitud" del candidato sobre la revalorización de las pensiones o la frenética 'tourné' mediática de un Pedro Sánchez que apostó por platós, estudios e incluso algún podcast juvenil en lugar de los clásicos mítines.

Entre medias también ha habido tres debates, sólo uno de ellos con presencia del favorito en las encuestas, el líder del PP, para llegar a la Moncloa, un enfrentamiento entre Génova y RTVE, entre acusaciones de falta de parcialidad y peleas por el uso de la marca de la ochentera serie Verano azul,  y un cisma entre las víctimas de ETA, enzarzadas por el tan cacareado 'Que te vote Txapote'.

Si creíamos haberlo visto todo en los anteriores comicios, los del 28M, con el 'numerito' del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, intentado sin éxito 'colarse' en la tribuna de autoridades en el acto cívico militar por el 2 de Mayo sin el 'permiso' de Isabel Díaz Ayuso o la lona y camisetas de Podemos contra el hermano de la presidenta madrileña, estábamos equivocados. La presente campaña ha superado con creces cualquier expectativa o previsión inimaginable.

La cosa ya empezó mal desde el principio. Desde el mismo momento en que Sánchez convocó por sorpresa, tan sólo un día después del varapalo a del 28M, el adelanto de las elecciones generales, previstas para finales de año, al 23 de julio. Inmediatamente surgieron voces criticando la decisión, principalmente de los partidos de derechas, acusando al presidente de intentar manipular el resultado a costa de hundir la participación al imponer unos comicios en pleno verano. Argumento que ha acabado desmintiendo, al menos parcialmente, el récord histórico que ha registrado el voto por correo, del que hablaremos más adelante, con 2.622.808 solicitudes admitidas, 2,6 veces más que en las elecciones de noviembre de 2019.

A las quejas por instalar urnas en una de las semanas en que más españoles se encuentran de vacaciones, se sumaron los mensajes alarmistas ante las altas temperaturas como otro elemento desmovilizador del electorado, como si el calor entendiera de votantes de un lado y del otro. Incluso, Feijóo llegó a utilizar a finales de junio el primer muerto de la ola de calor, un agricultor de 47 años en Aznalcóllar (Sevilla), para recriminar a Sánchez el adelanto electoral. "Está claro lo que busca Sánchez. Quiere que los españoles, ya hartos de él, se queden en casa y no vayan a votar. Para ello, ha puesto las elecciones en julio. Ayer registramos al primer fallecido por incremento de las temperaturas", señaló en un acto en Valencia.

Guerra de lonas

Más allá de este debate sobre la inoportunidad o no de celebrar unas elecciones el 23 de julio, si algo ha caracterizado a esta campaña ha sido la guerra de lonas que se ha desatado, hasta el punto de que en determinados momentos han tenido más protagonismo que los propios candidatos. Las ha habido de todo tipo y condición, de los cuatro principales partidos aunque también de organizaciones ecologistas y de derechos humanos e incluso de la empresa de desalojos extrajudiciales Desokupa. Por haber ha habido hasta una maqueta a escala real del Falcon del presidente.

La primera y una de las que más polémica generó fue la 'lona del odio' que Vox instaló en la calle Alcalá de Madrid el pasado 19 de junio. Un cartel en el que una mano, con pulsera rojigualda incluida, arrojaba a un cubo como si de basura se tratara la bandera LGTBI, la del independentismo catalán y la comunista y los logos del movimiento feminista y la Agenda 2030, bajo el lema “Decide lo que importa”.

La Junta Electoral Central (JEC) ordenó su retirada días después, no por su mensaje excluyente, sino por tratarse de un acto de campaña fuera de los plazos indicados. Antes de ello, activistas de Futuro Vegetal lanzaron pintura a la lona al considerarla "un ataque a todos los sectores que cuestionan los posicionamientos hegemónicos".

Lona del odio desplegada en la calle Alcalá de Madrid por el partido ultraderechista. VOX

También en precampaña, la organización ecologista SEO/BirdLife colgaba el 29 de junio una gran lona en un edificio de Madrid reclamando que la naturaleza sea tenida en cuenta en las elecciones generales. "¡A ver a qué pájaro votas! Porque no todas las propuestas políticas nos garantizan un planeta sano, estas elecciones vota por la naturaleza, vota por ti", era el mensaje que figuraba en ella.

El siguiente en entrar en campaña fue Desokupa al desplegar el pasado 3 de julio una lona en la madrileña calle de Atocha contra Sánchez, donde se veía su cara enfrentada a la de Daniel Esteve, dueño de esta empresa de desokupación, con el lema "Tú a Marruecos, Desokupa a la Moncloa". En el cartel se veía a Sánchez con cara de preocupación y por detrás suya una imagen del Falcon y la bandera de Marruecos. Además, en el dorsal figuraba el siguiente mensaje: "En ocho años hemos recuperado las casas de 7.600 familias o condenas. Os echaremos de menos a todes". Debajo del escrito aparecían también Irene Montero, Ione Belarra, Pablo Iglesias, Gabriel Rufián o 'Tito Berni'.

Desokupa despliega una gran pancarta en el centro de Madrid. EFE

El 7 de julio, el mismo día en que arrancaba la campaña electoral, el cártel de Desokupa sufrió la misma suerte que el de Vox al ser boicoteado, esta vez por activistas de la plataforma Movimiento de Vivienda de Madrid que lo taparon con otro con el siguiente mensaje: "Frente a sus amenazas y su violencia, ayer como hoy, se encontrarán a la clase trabajadora organizada. No renunciamos a nada, lo queremos todo: vivienda gratuita, universal y de calidad".

Una mujer fotografía la nueva lona desplegada por el Movimiento de Vivienda de Madrid encima del cartel de Desokupa. EUROPA PRESS

Ese mismo día, el PSOE desplegó otra lona gigante en plena Gran Vía madrileña, en la que contraponía un selfie de Sánchez y sus ministros, en color, con una imagen en blanco y negro de Feijóo y Abascal. Un cartel al estilo meme de las redes en la se oponían claramente dos ideas: el 'Adelante' de los socialistas frente al 'Atrás' que, a su juicio, representa el proyecto para España de los líderes de la derecha y la extrema derecha.

El PSOE despliega una lona en la Gran Vía de Madrid con el mensaje: "Adelante, atrás". EUROPA PRESS

Tres días después, el 10 de julio, el barrio de Chueca amanecía con una lona de la fundación de movilización 'online' de acción política Avaaz, en la que trataba de reflejar que Feijóo y Abascal son dos caras de la misma moneda, mostrando un dibujo del primero con medio rostro y asomándose bajo su piel el líder de la extrema derecha. El cartel iba acompañado de dos mensajes: "Vota contra los pactos del odio" y "Despreciar los derechos de las mujeres no es patriotismo. Homofobia no es libertad". Tras la denuncia de Vox, la JEC obligó el pasado 15 de julio a retirar parte del mensaje, lo que Avaaz cumplió simplemente borrando la palabra 'Vota'.

La lona que la plataforma Avaaz ha desplegado en la Plaza Pedro Zerolo de Madrid para denunciar los pactos del PP y Vox. AVAAZ

Otra organización ecologista, Greenpeace, también irrumpió en campaña el 11 de julio con un cartel en plena de calor en la Puerta de Alcalá con una pregunta a Sánchez, Feijóo, Abascal y Yolanda Díaz: "¿El cambio climático os la suda?". Empleando Inteligencia Artificial recreó la imagen de los cuatro candidatos a la Presidencia sudados y quemados por el sol debido a las altas temperaturas.

Apenas permaneció unas horas colgado debido a que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, amenazó a la organización ecologista con acciones legales por haberlo puesto sobre un monumento histórico. Pese a su breve vida, la acción de Greenpeace obtuvo respuesta a través de las redes de la líder de Sumar y también de la socialista Cristina Narbona.

Greenpeace coloca una pancarta contra los candidatos: "¿El cambio climático os la suda?" . EFE

El 12 de julio, Vox volvió a la carga con otra polémica lona en la fachada de un edificio de Madrid, en la que cargaba contra el presidente del Gobierno por los efectos de la Ley del 'sólo sí es sí': "Sánchez ha puesto a cientos de estos monstruos en la calle". En las redes hubo burlas por el parecido del supuesto agresor con capucha con el propio Santiago Abascal. El cartel apareció este miércoles boicoteado por un colectivo feminista, Violetas, una acción con la que modificaron el mensaje original por el de "Abascal ha puesto a cientos de estos monstruos en sus filas".

Imagen de la lona de Vox manipulada por un colectivo feminista. VIOLETAS

El PP, por su parte, se lanzaba el 14 de abril a por el voto útil, en su estrategia de lograr una mayoría suficiente para gobernar en solitario y sin "ataduras de nadie", con una gran lona en el centro de Madrid.  "Puede que no seamos tu partido, pero en este momento somos la solución", rezaba este cartel con una imagen de Feijóo.

Lona del PP apelando al voto útil a Feijóo PP. EUROPA PRESS

Sumar, por su parte, también se apuntó a esta moda de las lonas colocando en varias ciudades carteles con una de las coletillas más icónicas de su candidata en sus intervenciones parlamentarias. 'Te voy a dar un dato: Vas a salir una hora antes de trabajar".

Por último, el PP dio una vuelta de tuerca a esta estrategia de lonas al plantar en pleno Paseo de Recoletos una maqueta a tamaño real de parte del Falcon presidencial con el lema "Es el momento de bajar a Pedro del Falcon". El uso, "excesivo" a ojos del PP, de este avión del Estado por parte del presidente ha sido una de las críticas habituales de los populares a lo largo de toda la legislatura.

El PP coloca una maqueta del Falcon en la Plaza de Colón en Madrid como parte de su campaña electoral con el lema "Un billete para Pedro". EFE

'Verano azul' y otros choques del PP y RTVE

Otra de las constantes de esta campaña han sido los continuos choques entre el PP y RTVE. El pasado 22 de junio, Borja Sémper, descalzo y rodeado de arena y sombrillas, presentaba la campaña de su partido llamada Verano Azul. Con un spot, empleando la célebre sintonía de la serie de Chanquete, el PP pedía que Pedro Sánchez sea "uno de esos problemas" de los que los españoles se "libran" en verano.

Ni un día tardó RTVE en exigir a los populares que desistieran de su solicitud de registro de la marca Verano Azul y que cesasen su uso. También, la familia de Antonio Mercero, creador de la popular serie de Televisión Española, mostró su malestar por esta utilización política de un emblema de la cultura popular que "es de todos". Pese a ello, el PP hizo oídos sordos y siguió empleando este lema.

En aquellos mismos días, a finales de junio, Génova daba también un portazo a la oferta del ente público para celebrar el 'cara a cara' de Feijóo y Sánchez, apostando en su lugar por Atresmedia para su celebración. Entre los motivos, el PP aludía a la "parcialidad" de la cadena pública y su "burda utilización" por parte del Gobierno.

El líder popular también rechazó la invitación de RTVE al debate a cuatro de este pasado miércoles con Sánchez, Díaz y Abascal, que al final fue a tres, un plantón que justificó con que el PSOE había vetado la presencia de sus 'socios' PNV, ERC y Bildu. En cambio, los populares sí participaron representados por Cuca Gamarra en el otro debate organizado el pasado 13 de julio por RTVE, el de los siete portavoces parlamentarios con grupo propio en el Congreso.

Pero el momento más tenso entre el partido y la cadena pública se vivió el pasado lunes durante una entrevista a Feijóo en La Hora de la 1. En ella, el líder del PP afirmó que su partido siempre había subido las pensiones según la inflación y que lo había hecho incluso cuando ésta era negativa, un dato que rebatió la periodista Silvia Intxaurrondo, que dijo que no era correcto, y a quien el candidato popular pidió que revisara su información. Horas después, el propio Feijóo tuvo que admitir que lo que dijo no era cierto, pero que no había mentido sino que había incurrido en una "inexactitud".

Pese a haber reconocido su 'error' el líder del PP, varios dirigentes de su formación cargaron a través de las redes sociales contra el ente público, llegando a tacharlo de 'TeleSánchez'.

La 'tourné' mediática de Sánchez

Por su parte, Sánchez, tras la debacle del PSOE en las elecciones autonómicas y municipales del 28M, apostó para este 23 J por una campaña diferente fiando una posible remontada a su presencia casi omnipresente en programas de televisión y espacios de radio en detrimento de los tradicionales mítines, a los que sólo suelen acudir militantes.

Una arriesgada apuesta que en un principio, al menos durante la precampaña, le salió bien al salir 'victorioso' de espacios que tanto él como Podemos denominan derecha mediática y que llevaba sin pisar años como El Programa de Ana Rosa, El Hormiguero de Pablo Motos o Más de uno de Carlos Alsina. Sin embargo, el 'cara a a cara' con Feijóo lo cambió todo.

Pablo Motos y Pedro Sánchez, en un momento de la entrevista en 'El Hormiguero'. ATRESMEDIA

Contra todo pronóstico, el líder del PP dominó el debate logrando arrinconar a un Sánchez nervioso e incapaz de variar su estrategia ante las arremetidas de su rival. Pinchada la euforia de la sensación de remontada entre los socialistas como consecuencia del fatídico 'cara a cara', Sánchez se vio obligado a variar su plan original de campaña, apostando por más mítines, sobre todo en su recta final, además de seguir con más entrevistas en diversos medios de todo tipo, entre ellos el podcast millennial La Pija y el Quinqui.

El cuestionamiento del voto por correo

Lamentablemente el voto por correo ha vuelto a ser otro de los protagonistas de la campaña. Con el precedente del 28M por el escándalo de la compra masiva de votos en Melilla y algunos casos aislados en varios municipios, esta modalidad de sufragio volvió a estar en el punto de mira.

Al coincidir estos comicios con las vacaciones de muchos ciudadanos, más de 2,6 millones de electores, 2.622.808 concretamente, solicitaron votar por correo, la cifra más alta jamás registrada. Ante esta avalancha de peticiones, Correos reforzó su plantilla con casi 20.000 contrataciones y amplió los horarios de sus oficinas.

Sin embargo, el candidato del PP empezó a sembrar dudas sobre el compromiso de Correos para garantizar el voto postal. Primero, Feijóo pidió a los trabajadores de Correos “con independencia de sus jefes, que repartan todos los votos” aunque tuvieran que "trabajar mañana, tarde y noche", llegando a comprometerse con pagarles esas horas extras en su primer Consejo de Ministros. Posteriormente, insistió en este 'temor' declarando que “existe el riesgo" de que haya muchos ciudadanos se queden sin votar por correo al no haber llegado la documentación a su domicilio.

A través de dos comunicados, la empresa pública rechazó entrar en un debate que "pretende socavar las instituciones", al tiempo que replicó al presidente del PP que esas horas extra ya se estaban pagando, defendió la profesionalidad de todos sus empleados y aseguró que el derecho a votar por correo estaba garantizado.

Finalmente frente al alarmismo, Correos logró entregar en persona la documentación para poder depositar el voto por correo a 2.461.284, casi el 94% de los solicitantes, la documentación para poder depositar el voto por correo, mientras que alrededor de 170.000 quedaron pendientes de ser recogidas en las oficinas al no haberse podido localizar a sus peticionarios.

Cisma por el 'Que te vote Txapote'

El eslogan no oficial más popular de la campaña volvió a ser el 'Que te vote Txapote', un lema que surgió a finales del año pasado entre grupos de extrema derecha para denunciar los pactos de Sánchez con Bildu y el fin de la política de dispersión por el acercamiento de todos los presos de ETA a cárceles del País Vasco y Navarra. Una frase coreada a menudo en las filas de Vox y que también pronunció Díaz Ayuso, el pasado 2 de febrero en la Asamblea de Madrid, otros dirigentes como Rafael Hernando y militantes de Nuevas Generaciones, además de popularizarse entre sus propios votantes.

Militantes de Nuevas Generaciones acudieron el pasado 18 de junio a un acto de precampaña de Feijóo, Ayuso y Almeida con unas camisetas con el lema 'Que te vote Txapote'. REDES SOCIALES

Génova ha defendido en todo momento que el 'Que te vote Txapote', que entiende como una expresión "nacida del pueblo", no es ningún lema oficial del partido ni tampoco lo ha usado jamás Feijóo ni su equipo.

Sin embargo, el uso del nombre de un sanguinario etarra ha causado un cisma entre las víctimas de terrorismo. Por un lado, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE), la Fundación Fernando Buesa Blanco y varias víctimas de ETA a título individual hicieron la semana pasada un llamamiento "a la sociedad y a la clase política" para que no se use dicho lema, al entender que "supone una banalización del terrorismo y de los terroristas".

A modo de respuesta, más de un centenar de víctimas, entre las que se cuentan Marimar Blanco (hermana de Miguel Ángel Blanco) o Daniel Portero (presidente de Dignidad y Justicia) emitieron otro comunicado en el que respaldaban que se usase este lema al considerar que forma parte de la libertad de expresión del "pueblo", así como que hay razones fundadas para usarlo contra el Gobierno de Sánchez.

Sobre el autor de esta publicación

Luis Villajos

Luis Villajos (Madrid, 1982) es subdirector de Republica.com. Lleva trabajando en este diario desde 2011, casi desde su fundación, en diferentes puestos y responsabilidades hasta su cargo actual Está especializado en información política, aunque también le interesan la actualidad internacional y los temas de denuncia social.