El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, tras hacer un discurso durísimo contra Pedro Sánchez y sus hipotéticas cesiones a los independentistas, tras esbozar un proyecto político en muchos ámbitos con un catálogo de promesas electorales novedosas, y tras reivindicar el espíritu de la Transición, acabó su discurso de investidura renovando su ofrecimiento a Pedro Sánchez y diciendo que “para ello ha ofrecido un Gobierno que responda a su responsabilidad y la gobernanza de este Parlamento a través de seis pactos de Estado y un nuevo proceso de entendimiento”.
Estos seis pactos de Estado, que sólo se los ha propuesto a Sánchez en la ronda de contactos que mantuvo Feijóo durante el último mes, el candidato del PP propuso llegar a acordarlos “esta misma tarde” e iniciar “un diálogo honesto y sincero” al que también invitó a todos los representantes de la Cámara Baja. Y añadió: “En lo que a mí candidatura personal corresponde, ofrezco ser un presidente de fiar para el pueblo y para esta Cámara”.
Previamente, indicó que su voluntad es buscar un entendimiento con el PSOE, “y seguiré tendiendo la mano hasta que alguien en su partido tenga sentido de Estado para cogerla”.
Este broche final a su discurso vino precedido de un largo discurso, de casi hora y media, en el que Feijóo sí marcó el territorio de su investidura, desgranó sus objetivos político y sí planteó una batería de propuesta programáticas, aunque algunas causaron hilaridad en la bancada del Gobierno.
“No voy a defender la amnistía”
El líder del PP empezó su intervención, primero acusando a Sánchez de estar dispuesto a aprobar una ley de Amnistía para después permitir un referéndum de autodeterminación en Cataluña a cambio de llegar a ser presidente del Gobierno. Y Feijóo aseguró que él nunca cederá a estos planteamientos. “No voy a defender la amnistía. Tengo principios, límites y palabra. Me debo a quienes clamaron por la igualdad este domingo. Me debo a la mayoría de españoles y españolas", afirmó.
Feijóo volvió a reiterar que, previsiblemente, no saldrá elegido presidente del Gobierno en esta sesión de investidura y lo achacó a una hecho: “No voy a pasar por el aro de las amnistía y la autodeterminación”, dijo.
El líder del PP volvió a repetir que tiene a su alcance los votos para ser presidente del Gobierno, “pero no estoy dispuesto a pagar el precio que me piden para ello. Esta es la misma respuesta que hubiesen dado Suárez, González, Aznar o Rajoy. E incluso Zapatero si me apuran", afirmó.
Un programa de Gobierno
Otra buena parte de su discurso lo dedicó Feijóo a presentar un programa de Gobierno, con promesas muy concretas pero con claros tintes electoralistas.
Así, propuso un calendario de subidas del Salario Mínimo Interprofesional, la reducción del IRPF a las rentas hasta 40.000 euros, la extensión temporal de la rebaja del IVA a la carne, el pescado y las conservas o el mantenimiento del resto de medidas antiinflación ya en vigor, como la rebaja a la fiscalidad eléctrica o la ayuda de 200 euros, hasta que la subida de precios se modere.
Además, Feijóo planteó la creación de un nuevo delito “de deslealtad constitucional” y agravar las penas de la malversación. “Debemos reforzar los instrumentos para proteger la dignidad del Estado, con dos decisiones que les anuncio: la primera, incorporando al Código Penal un delito de deslealtad constitucional, como ocurre en todos los países de nuestro entorno. Y en segundo lugar, volviendo a castigar el delito de malversación de fondos públicos”.
Algo más de hora y media duró la intervención de Feijóo y la sesión se interrumpió hasta las 15,30 horas. A esa hora se desvelará la “sorpresa” que lleva guardando celosamente toda la jornada el PSOE sobre quién subirá a la tribuna para dar su réplica al candidato del PP. Queda mucho debate todavía.