El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha abierto martes en el pleno del Congreso la primera sesión de su debate de investidura arropado por la mayoría de sus barones autonómicos. Sin embargo, la sorpresa llegó de la mano del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, quien ha decidido no replicar a Feijóo en el turno que le corresponde al PSOE y fue el diputado socialista Óscar Puente el que subió a la tribuna.
Entre otras cosas, el candidato del PP ha planteado endurecer el Código Penal en lo referido al delito de malversación e introducir el delito de deslealtad institucional. El líder del PP ha abordado en bloques lo que podría ser su programa de Gobierno en un tono sosegado, pero electoralista.
Feijóo ha finalizado su intervención presentándose como un "presidente de fiar. Yo sí". El discurso, que ha durado 1 hora y 43 minutos, se ha centrado al inicio en la lucha contra la amnistía y ha reivindicado el espíritu de la Transición, en contra de la política de bloques.
"Tengo los votos para ser presidente, pero no estoy dispuesto a pagar el precio que me piden", ha llegado a decir Feijóo para representar su negativa a cualquier pacto con independentistas, sobre la amnistía y un hipotético referéndum, tal y como a su juicio sí está dispuesto el PSOE de Pedro Sánchez.
"Yo no voy a disfrazar nunca como cambios de opinión lo que simple y llanamente son mentiras", ha remarcado, de nuevo en referencia al líder socialista.
El Congreso de los Diputados celebra el decimoséptimo debate de investidura de la democracia, en el que Feijóo -tercer candidato del PP que se somete a un procedimiento de este tipo tras José María Aznar y Mariano Rajoy- se encamina previsiblemente hacia dos votaciones fallidas, ya que solo cuenta con 172 apoyos frente a los 178 diputados que votarán en contra.
Feijóo afrontará las votaciones del miércoles y del viernes con los apoyos de PP, Vox, UPN y CC y los votos en contra de PSOE, Sumar, ERC, JxCAT, Bildu, PNV y BNG.