La renuncia por sorpresa este viernes del ministro de Consumo, Alberto Garzón, a concurrir como candidato el 23J dentro de Sumar ha añadido presión a un Podemos ya debilitado tras el 28M de cara a las negociaciones para una candidatura de unidad. Un paso a un lado que ha alabado la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que ha alabado su actitud así como también la de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien también descartó concurrir a los comicios generales. "Siguen sumando", ha alabado, al tiempo que evitaba pronunciarse a preguntas de los periodistas sobre el futuro de la líder de Podemos, Ione Belarra, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, en las listas de Sumar
En declaraciones a los medios de comunicación, previas al acto Mujeres líderes de la Economía Social, la ministra de Trabajo ha sido cuestionada por la decisión de Garzón y su reflexión de que se debe propiciar la entrada de "caras nuevas" y sobre qué piensa que harán Ione Belarra e Irene Montero o si el puesto en la lista de la titular de Igualdad es un escollo.
Una cuestión en la que no se ha querido mojar demasiado la vicepresidenta segunda, quien se ha limitado a señalar que no va a desvelar nada de las negociaciones entre las diversas formaciones, dado que los acuerdos salen con discreción, y acto seguido ha querido agradecer la actitud de Colau y Garzón pero que "siguen sumando". Sobre las dirigentes de Podemos se la limitado a señala que "esta pregunta hay que formulársela a cada una de las personas".
Sobre el caso del ministro de Consumo, la titular de Trabajo se ha explayado más, destacando que es un "gran economista" y que le conoce bien desde hace muchos años, además de darle las gracias por su "buen hacer, saber estar y enorme generosidad". "Hay que saber estar en los sitios y Alberto siempre estuvo estar en los sitios", ha subrayado Díaz para proclamar que el líder de IU "no se va, se queda", recalcando que colabora ya dentro del equipo de economistas de Sumar.
Por otro lado, ha afirmado que es "optimista" sobre la negociación con una quincena de formaciones progresistas (entre las que figuran los partidos actuales de Unidas Podemos y otras formaciones como Compromís) para conformar una candidatura de unidad al 23J, proclamando que habrá acuerdo "sin lugar a dudas".
Díaz ha añadido que Sumar es un movimiento ciudadano, que ha dado un "paso al frente" para transmitir "esperanza" y propuestas para un futuro de país. "Vamos a seguir trabajando por el bien de España y aquí me van encontrar, sumando y desde luego entusiasmada en que sí me gustaría confrontar proyectos políticos", ha destacado la vicepresidenta para asegurar que "saben gestionar y lo hacen mejor que la derecha". En este sentido, ha citado las cifras de paro y de afiliación a la Seguridad Social, el impacto de la reforma laboral o la subida del salario mínimo interprofesional, frente a otros --en referencia al PP-- que, bajo su criterio, hacen "politiqueo" y deberían "rectificar" tras su negativa por ejemplo a apoyar la reforma laboral.
El mensaje lanzado por Garzón
La renuncia de Alberto Garzón a ir como candidato el 23J dentro de Sumar supone todo un posicionamiento ante los líderes de otros partidos que, como Podemos, negocian estar en las listas de Díaz. "Siempre he creído en la renovación de los representantes porque es sano para los proyectos y la democracia", ha señalado.
Tras el hundimiento de Unidas Podemos en las elecciones municipales y autonómicas del domingo, donde desapareció de la Comunidad de Madrid y de la Comunidad Valenciana, aparte de los malos resultados de otras formaciones que están en conversaciones para incorporarse a Sumar, Garzón ha decidido echarse a un lado mandando un 'recado': "Es una decisión muy meditada que aspira a promover la renovación de las caras públicas que representan este necesario proyecto".
Estas declaraciones con mensaje subliminal se producen en medio de las intensas negociaciones a contrarreloj para registrar coaliciones electorales que expira justo dentro de una semana. El encaje de los partidos en la candidatura unitaria sigue siendo una de las principales incógnitas, ya que Díaz reitera una y otra vez que quiere armar una coalición transversal y sin siglas en la que también tenga protagonismo los perfiles profesionales e independientes.
Los morados llegan a estas negociaciones con menos fuerza que antes delos comicios del 28M tras su debacle en las urnas, aunque mantienen su pelea por lograr una cuota en las candidaturas acorde al peso que aún dicen mantener.
De momento, la cúpula de Podemos no ha dado ninguna pista de que Ione Belarra e Irene Montero vayan a seguir el camino de Garzón.
Sí hay otros dirigentes de Podemos como el vicepresidente balear en funciones, Juan Pedro Yllanes, quien tras el batacazo electoral señaló que personas como Lilith Verstrynge, Ione Belarra o Pablo Echenique no deberían estar ya en la escena política y apostó por la disolución de Podemos en Sumar.
Además, Podemos tiene sus propios problemas en forma de rebelión interna tras el 28M y de momento ha habido una ola de renuncias en las direcciones territoriales de Baleares, Canarias y Castilla-La Mancha mientras cada vez hay más voces internas empujando hacia la confluencia con Sumar.
A siete días de que todo se resuelva, Díaz sigue convencida de que habrá acuerdo pese a estar en negociaciones con una quincena de fuerzas políticas. De momento ya tiene el apoyo de Izquierda Unida y de los Verdes Equo, mientras que Compromís pone como condición liderar las tres circunscripciones valencianas y Drago, del exdiputado morado Alberto Rodríguez, busca también confluir a condición de que las decisiones que afecten a Canarias se tomen desde las islas.