CRISIS DE GOBIERNO

Calviño, Ribera, Montero, Robles, Marlaska, Escrivá y Planas… los siete supervivientes de Sánchez

Todos ellos llevan con Sánchez desde 2018 y, salvo el ministro de Agricultura, ninguno tiene una amplia trayectoria en el PSOE. Desde 2018, el presidente sólo ha hecho una remodelación política y el resto ha sido por distintas circunstancias. Siempre ha respetado el pacto con Unidas Podemos y ha dejado que la formación morada nombrase a sus ministros

Pedro Sánchez preside un Consejo de Ministros de junio de 2022.

EFEPedro Sánchez preside un Consejo de Ministros de junio de 2022.

El relevo de Carolina Darias al frente del Ministerio de Sanidad y de Reyes Maroto en el Ministerio de Industria será, posiblemente, la última crisis de Gobierno de Pedro Sánchez antes de la convocatoria de elecciones generales previstas para el mes de diciembre, que le llevarán a haber estado más de cinco años y medio en La Moncloa.

De esta forma, cabe concluir que los 41 ministros que ha nombrado Sánchez en esta etapa -contando ahora con la entrada de Héctor Gómez (Industria) y José Miñones (Sanidad)- sólo siete acompañarán al presidente del Gobierno hasta el final en esta travesía de dos legislaturas: Nadia Calviño (vicepresidenta económica), Teresa Ribera (vicepresidenta de Transición Ecológica), Margarita Robles (ministra de Defensa), Fernando Grande-Marlaska (Interior); José Luis Escrivá (Seguridad Social), María Jesús Montero (Hacienda) y Luis Planas (Agricultura).

No deja de resultar curioso que de los siete supervivientes a todos los cambios del Ejecutivo -salvo el ministro de Agricultura-, ninguno de ellos tiene un amplia trayectoria en el partido y, de hecho, cuatro no son ni afiliados al PSOE, en concreto, Calviño, Escrivá, Marlaska y Robles no tienen carnet del partido.

Tampoco Montero ni Ribera se pueden considerar mujeres muy vinculadas con el partido ni han tenido relevancia orgánica hasta los últimos tiempos. De hecho, la ministra de Hacienda no se afilió hasta que no fue nombrada consejera en la Junta de Andalucía en 2006; y la ministra de Transición Ecológica lo hizo tras perder el PSOE las elecciones en 2011.

Sólo una crisis política

El hecho viene a corroborar que Sánchez siempre ha buscado un Ejecutivo de perfil más técnico o basándose en otros parámetro de confianza personal, donde han primado otros factores que no sea la vinculación al partido, formando un Gobierno donde ha habido en algunos momentos -sin contar a los ministros y ministras de Unidas Podemos- una mayoría de independientes.

De hecho, en las siete crisis de Gobierno que ha habido en las dos legislatura en las que Sánchez ha sido presidente del Ejecutivo sólo ha hecho una remodelación de carácter político e intencionada, y el resto ha sido por distintas circunstancias más bien sobrevenidas (como las salidas de Maxim Huertas o Carmen Montón por presuntos escándalos o la marcha de Josep Borrell a Europa, Meritxell Batel al Congreso o Salvador Illa a las elecciones de Cataluña).

Dicha crisis de Gobierno de carácter meramente político fue en junio de 2021, donde salieron dos pesos pesados del Ejecutivo y del partido como la vicepresidenta Carmen Calvo y el ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos.

Aquella pérdida en el Gobierno de pesos pesados del partido se quiso compensar dándole la Portavocía del Gobierno a Isabel Rodríguez; nombrando ministra de Educación a Pilar Alegría; situando a Félix Bolaños en la Presidencia del Gobierno y sobre todo, llevando al ex secretario de Organización del PSOE, Óscar López, a jefe de Gabinete de Sánchez.

Este cambio fue el más profundo y amplio con la incorporación también de Raquel Sánchez (Fomento), Pilar Llop (Justicia), José Manuel Albares (Exteriores) y Diana Morant (Ciencia).

Aquí sí que se hizo la lectura política de que Sánchez quería buscar una mayor conexión entre el partido y Gobierno, pero el núcleo duro de los siete supervivientes a todas las crisis y con la todopoderosa Calviño ya de vicepresidenta primera seguía marcando el rumbo.

La pretensión de Sánchez ya era en 2021 acabar con este equipo la legislatura según comentó en círculos privados, y sólo los intereses electorales de cara a las elecciones municipales del 28-M ha propiciado estos últimos cambios.

Respeto al pacto con Unidas Podemos

En todo este tiempo, además, Sánchez ha respetado el acuerdo firmado para conformar el Gobierno de coalición que contemplaba que sería la formación morada quienes nombraría a sus ministros en la cuota de los ministerios que se pactó. Y así ha sido.

La mayor crisis en la parte morada del Gobierno fue en marzo de 2021 cuando Pablo Iglesias dejó la Vicepresidencia segunda del Gobierno para ser candidato por este partido a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Los cambios los acordó Unidas Podemos y se le comunicaron al presidente del Gobierno que se limitó a dar el visto bueno.

Por ello, era impensable -en contra de lo que se ha especulado en algunos círculos políticos- que Sánchez aprovechase la salida de Darias y Maroto para ampliar la crisis de Gobierno y destituir también a la ministra de Igualdad, Irene Montero, altamente cuestionada en las filas del Ejecutivo y del PSOE. En ningún momento eso estuvo en la intención de Sánchez.

Fuentes cercanas a la Presidencia confirmaron que con estos dos cambios -salvo circunstancias sobrevenidas-, la tradicional foto que este martes se hará con los nuevos miembros del Gobierno en la escalinata del Palacio de La Moncloa será la del último Ejecutivo de esta legislatura.