Asumido que el Gobierno de Extremadura estará en manos del PP y la ultraderecha, y que el hasta ahora presidente de la Junta extremeña, Guillermo Fernández-Vara ya ha dicho que no está dispuesto a liderar otra ver la oposición como hizo hace más de de una década, el PSOE de Extremadura se enfrenta ahora a un complejo proceso para sustituir al exdirigente socialista y secretario general de esta federación.
Las quinielas llevan ya semanas en los mentideros políticos extremeños, pero todavía el proceso se presenta un tanto incierto y no hay un candidato claro. En los últimos cuarenta años el socialismo en Extremadura sólo ha tenido dos líderes: Juan Carlos Rodríguez Ibarra casi desde el inicio de la Transición; y Fernández Vara a partir de 2007. Además, siempre ha sido una federación orgánica claramente piramidal, donde el secretario general ha tenido mando en plazo y plenos poderes, haciendo que nunca hubiera un”número dos” claro.
Lo que sí quiere garantizar Vara es que en este proceso de sucesión el partido se mantenga unido y cohesionado, y en ello se va a centrar, aunque no está claro que lo consiga.
De momento, el alcalde de Villanueva de la Serena, Miguel Ángel Gallardo -que revalidó su Alcaldía con mayoría absoluta- podría perfilarse para hacerse con las riendas del PSOE extremeño. De momento, se ha desmarcado claramente de Vara y en una entrevista en el Diario Hoy cuestionó que el dirigente extremeño volviese a ser el candidato en las últimas elecciones y que no se hubiera desmarcado claramente de algunas políticas de Pedro Sánchez, como hizo Emiliano García-Page.
Sin embargo, el propio Vara ha desmentido que Gallardo esté en la carrera de la sucesión, y aseguró que conocía la opinión de Gallardo y que en su partido hay libertad de expresar las críticas.
Sin un favorito claro
Pero la lista de nombres que se barajan es larga y, a día de hoy, no se vislumbra un favorito claro. Así, está en las quinielas el alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, que también ganó por mayoría absoluta el 28M. En Extremadura, como siempre dijo Ibarra, el poder lo dan los votos de los ciudadanos y ese siempre ha sido un factor muy importante en el socialismo extremeño.
Otra terna de posibles candidatos sale del gobierno de Vara. El vicepresidente, José María Vergeles; el portavoz del Gobierno regional, Juan Antonio González; o la consejera de Igualdad, Isabel Gil Rosiña.
Luego está el tema provincial, y desde Cáceres también se habla de otras candidaturas, como Luis Salaya, aunque en poder orgánico en el PSOE de Extremadura es ampliamente mayoritario en Badajoz.
En cuanto al futuro político de Vara todavía no está claro. El día después de las elecciones pidió su ingreso para volver a ejercer como médico forense y dio a entender que dejaba la política. En las últimas semanas, se apuntó la posibilidad de que siguiera su vida política en el Senado y fuera designado como senador autonómico. Si él quiere, en el PSOE no hay duda que lo propondrán, pero todavía Vara no se ha pronunciado claramente.
Lo cierto es que el relevo de Vara abre un periodo incierto en el PSOE extremeño, un partido acostumbrado a estar en el poder y que ahora no sólo ha perdido de la Junta de Extremadura sino importantes ciudades donde gobernaba, entre otras, la ciudad de Cáceres.