Yolanda Díaz candidata a la alcaldía de Madrid
Están todos los líderes nacionales despellejando o vistiendo la piel del oso, Sánchez un año y medio antes de las elecciones generales de finales de 2023, y a rebufo del gran triunfo de Juanma Moreno en Andalucía. Pero nadie se ha parado a pensar que seis meses antes de las generales, están también los comicios municipales y que Madrid bien vale, como París, una misa y que seguramente será el centro de la próxima gran batalla nacional.
Y desde luego una excelente oportunidad para que Yolanda Díaz, plante como el Tenorio en Sevilla, su cartel por si alguien quiere cruzar su acero con ella en el ámbito municipal madrileño donde el alcalde Almeida, que va de lío en lío, se parece más al Dartacán de los dibujos animados que al fiero ‘D’ Artagnan de los míticos mosqueteros de Dumas.
Es cierto que a Yolanda Díaz de un tiempo a esta parte todo le sale mal en los albores de su incipiente plataforma electoral de la izquierda radical que, bajo el título de ‘Sumar’ se ha estrellado el 19-J en Andalucía con la marca ‘Por Andalucía’. Porque la coalición, que en 2018 obtuvo 17 diputados, se quedó en 5 escaños, perdiendo casi medio millón de votos, respecto a los anteriores comicios en Andalucía, generales y autonómicas.
Lo que podría invitar a Yolanda Díaz a aplazar un tiempo este su pretendido liderazgo nacional de una izquierda radical, populista y confederal que ella desea unir en su plataforma con UP -pero Belarra y Montero no la quieren-, IU, partido acartonado y otras minorías regionales como las de Oltra, Colau y García (CP, ECP y MM), imputadas las primeras e investigada la tercera en los tribunales.
Yolanda Díaz tiene notoriedad y una buena imagen ‘moderada’ y dialogante (que es lo que ahora se lleva en la política nacional) y fama de buena gestión como ministra de Trabajo. Y estos activos Yolanda los debería preservar y no jugárselos en la ruleta rusa, trucada y nacional del presidente Sánchez.
Además Yolanda Díaz tendrá que esperar a las elecciones generales de final de 2023, para plantar su cartel personal en una pared electoral, salvo que decida dar un paso al frente en las elecciones municipales de la primavera y presentar -como en su día Trinidad Jiménez- su candidatura a la alcaldía de Madrid, tal y como hizo Manuela Carmena con éxito, antes de sacar a los Reyes Magos de la cabalgata madrileña en camisón.
Lo que nunca se lo perdonará la diputada Cayetana Alvárez de Toledo, que disgustada estará llorando con Aznar, Federico y Rodríguez por el fracaso de Macarena Olona en el Sur, y el desinfle de Abascal en toda España tras el gran triunfo en Andalucía de Juanma Moreno, que hoy celebrará Feijóo en Madrid con el andaluz, mientras Isabel Ayuso se muere de celos y a Almeida le huele el culo a pólvora. Porque Roma no paga traidores y Almeida lo es.
Y si, como se rumorea en el entorno de Errejón, Yolanda Díaz planta su cartel electoral en la Plaza de la Cibeles que se despide Almeida de repetir, el que además de un liante ha sido un insignificante alcalde de Madrid. Y si no que alguien se lo pregunte a Begoña Villacís.