Sánchez y Junqueras no romperán, ese es el juego
Este activista que ocupa el primer sillón de la Generalitat y que se llama Pere Aragonès le ‘ha venido Dios a ver’ con lo del espionaje del CNI. Porque, el pobre, no era nadie a pesar del ‘hábito’ del cargo, sino más bien el ayuda de cámara de Junqueras. Y, ahora, al haber sido espiado se cree una víctima y un político notable aunque ya se sabe que lo espiaron no por el presunto peligro que representaba sino por su amistad con un violento CDR.
Pero Aragonès ahora se está dando importancia y hasta llega a amenazar en público a Sánchez con retirarle el apoyo de ERC para lo que queda de la legislatura. Como diciendo que el cese de la directora del CNI, Paz Esteban, no es suficiente y quiere más. Es decir la cabeza de Margarita Robles. La que Sánchez no puede entregar, al menos hasta que pase la Cumbre de la OTAN, y luego ya se verá.
Además Aragonès es un mal y ruinoso gobernante para Cataluña y no pinta mucho o más bien casi nada en la cúpula de ERC porque allí quien tiene la sartén por el mango es el golpista, condenado e indultado Oriol Junqueras. Mientras que Rufián y Aragonès solo son sus asistentes y ‘correveidiles’ que Junqueras utiliza para que bramen en el Congreso y el atril de la Generalitat.
Y Junqueras y Sánchez no van a romper por la cuenta que les trae a ambos, porque si hay elecciones anticipadas y llegan al poder el PP de Feijóo con la ayuda de Vox, que se preparen en ERC y en la Generalitat.
Sobre todo ahora que se dice que la Sala Tercera del Tribunal Supremo está a punto de decidir si admite a trámite los recursos presentados contra los indultos que Sánchez les concedió a los golpistas del ‘proces’, condenados por el Tribunal Supremo. Y entre ellos y como jefe del golpe, Junqueras por los delitos de malversación y sedición.
Y este es otro de los motivos por los que Sánchez tiene prisa en controlar el Consejo General del Poder Judicial y todos los nombramiento de los nuevos magistrados del Supremo, para lo que Sánchez necesita la colaboración del PP de Feijóo a los que acaba de llamar en el Congreso: ‘mangantes’.
Sánchez y Junqueras están ‘a partir un piñón’ y por ello el mismo día de la destitución de la directora del CNI, de la que previamente fue informado Junqueras, el jefe de ERC decía en el diario sanchista ‘El País’ que el lo que quería es ‘ayudar’ (sic) al Gobierno de Sánchez.
Con el mismo entusiasmo que Sánchez ayuda al gobierno catalán de ERC a pesar de la insignificancia del tal Pere Aragones que amenaza con rupturas, pero a sabiendas que Junqueras y Sánchez no van a romper.
Máxime cuando esta claro que a Junqueras se le ponen los pelos de punta de tan solo imaginar de que puede volver a prisión. Y en ese caso, y si el PP y Vox están en el poder, no para regresar a la cárcel balneario que les facilitó Sánchez en Barcelona sino para ingresar, sin privilegios, en una otra cárcel normal y fuera de Cataluña para evitar apologías del golpismo. Como sería lo lógico, lo justo y lo natural.