Putin y Biden deben hablar
La secuencia es ésta: diplomáticos, europeos y americanos, así como los funcionarios de las embajadas y sus familiares abandonan Kiev; la OTAN se ha puesto en ‘estado de alerta’ y despliega tropas y armamento en el Este; el dinero empieza a huir de las Bolsas occidentales; Washington le dice a Moscú que si un solo soldado entra en Ucrania habrá una dura respuesta y Rusia advierte a USA y UE que ‘sentirán las consecuencias en sus cuellos’.
Un cúmulo de noticias inquietantes y negros augurios hacen temer que una invasión rusa de Ucrania puede estar al llegar. Y que habrá respuesta de los aliados occidentales y no solo con represalias económicas aunque aún cabe esperar que quede sitio y tiempo para la el diálogo, a ser posible entre Putin y Biden.
Para evitar un conflicto cuya escalada verbal fue demasiado lejos, en el que Putin apostó demasiado fuerte ante el pueblo ruso lo que, para muchos observadores, significa que el amo del Kremlin no puede dar un paso atrás.
La escalada verbal no cesa a uno y otro lado de la frontera ruso-ucraniana, y en el bando occidental se están haciendo esfuerzos denodados para unir las posiciones de los principales líderes atlánticos con mayor potencial militar, EEUU, Canadá, Reino Unido, Francia y Alemania, seguidos de Italia, España y Países Bajos. Los que empieza a coordinarse bajo el mando de la OTAN con el despliegue de tropas y armamento aliado hacia Este en la Europa amiga y atlántica y con España ahí implicada.
Y también con el envío de armamento americano y británico a Ucrania, lo que significa que la OTAN, esta Organización militar que Donald Trump calificó de ‘obsoleta’, ha vuelto a renacer. Y se moviliza con preparativos que nos recuerdan a ‘la guerra de los Balcanes’, aunque esta vez el enemigo no es Serbia sino Rusia. Y además en esta crisis están implicados los EEUU.
Y ambos, rusos y aliados, son conocedores del refrán de ‘quien da primero da dos veces’. El mismo que USA utilizó en las guerras de Irak, por lo que no es un disparate decir que a partir de ahora todo es posible. Sobre todo si no media el diálogo y no se convoca una reunión entre Putin y Biden.
Y aunque los aliados saben que Rusia tiene una gran ventaja inicial, por su posicionamiento geográfico en el tablero ucraniano y los más de 100.000 hombres y armamento pesado apostados en su frontera. Los rusos también saben que su economía y sus finanzas se pueden derrumbar en cuestión de horas y o días si los rusos pasan la frontera como lo declaraban portavoces de La Casa Blanca en Washington.
Se está repitiendo en muchos sitios y en este tiempo la máxima romana de ‘si quieres la paz prepárate para la guerra’. Aunque mejor sería prepararse para la paz hablando menos de la guerra para crear un clima de distensión que en este momento no es fácil de imaginar.