Pero la amenaza de Rusia ¿va en serio?
El presidente Sánchez y el Canciller Scholz se han reunido por primera vez en Madrid lo que el político español ha valorado como un encuentro entre los países de gobiernos socialdemócratas más importes de la UE. Lo que merece una aclaración porque el Gobierno de Scholz (llamado ‘semáforo’ por los colores de su coalición) es social liberal y verde, y el de Sánchez es social comunista, y único en su especie en el ámbito de la UE.
Pero la toma de contacto entre los primeros gobernantes de Madrid y Berlín es muy interesante de cara a la nueva UE que ahora pendiente está de las próximas elecciones generales de Francia e Italia, tras las que la UE debería contar en su cúpula con un ‘cuarteto’ donde estén los gobiernos de Francia, Alemania, Italia y España, como alternativa al pasado eje de París y Berlín.
Pero tras el encuentro de Madrid ha llamado la atención que Sánchez y Scholz hayan enviado un mensaje a Putin pidiéndole que rebaje la tensión en la frontera de Ucrania y que el canciller precisara que ‘una agresión de Rusia tendría graves consecuencia políticas y económicas’ para ese país.
Y ello cuando no para de crecer la tensión entre los aliados occidentales de la OTAN y Rusia por causa de Ucrania, a lo que se ha sumado un alarmante despliegue de tropas de Suecia en la isla de Gotland ante el temor de un ataque ruso, después que el ministro de Defensa sueco, Peter Hultqvist, dijera que su país ‘puede ser atacado’. Lo que es mucho decir y ha causado gran preocupación en los países bálticos y escandinavos.
Sobre todo porque la diplomacia no funciona tras las fallidas negociaciones de Viena entre Rusia y EEUU, y las siguientes celebradas en el marco de la OSCE, donde Rusia exigía que la OTAN de garantías de que no se ampliara había el Este de Europa y EEUU respondía que nadie le puede imponer sus condiciones a la Alianza Atlántica, y menos tras lo ocurrido en Crimea.
Pero esta escalada de la tensión verbal nos lleva a preguntar si la amenaza rusa va en serio. O si estamos ante un solo y nuevo desafío ‘verbal’ de Vladimir Putin a quien su homólogo norteamericano Joe Biden no cesa de enviarle serias advertencias de respuesta inmediata. Como la que acaba de hacer Joe Biden ante la que pudo haber sido una primera intromisión rusa de corte informática en la administración ucraniana.
Esperemos que no ocurra ningún desastre por un ataque ruso que, entre otras cosas, conduciría a la expulsión de Rusia del sistema monetario y su respuesta con el cierre de la exportación de gas. Pero habrá que estar muy atentos en España y en la UE y tener preparados escenarios de crisis por si la amenaza rusa algún día se convierte en realidad.