Mientras el portavoz de ERC en Cataluña reiteraba que hay que acabar con el régimen constitucional español de 1978, en el Congreso de los Diputados el inefable Gabriel Rufián como portavoz de ERC en el debate de investidura se disfrazaba a la misma hora de ‘estadista’ y daba lecciones tanto a Pedro Sánchez como a Pablo Iglesias para que triunfara la investidura y con ella el Gobierno de coalición, por el bien de la izquierda y para frenar a la derecha.

Y para completar este desvergonzado espectáculo Rufián regaló a Sánchez y a Iglesias un libro de cuentos infantiles que su jefe Oriol Junqueras escribió en la cárcel mientras espera la sentencia del golpe de Estado catalán.

Ahora resulta que Junqueras, que era el jefe del golpe del 27-O en Cataluña, escribe cuentos infantiles porque como dice el propio Oriol de sí mismo ‘es muy buena gente, católico y sentimental’. Lo que debería de escribir el tal Junqueras es el relato de su confesión con un libro detallado y titulado: ’Así di y organicé el golpe de Estado del 27-O en Cataluña’.

Angelito, Junqueras en verdad es un golpista y además un cobarde que no ha sido capaz de reconocer en el juicio su autoría y dirección del golpe de Estado catalán, aunque fuera para exculpar a sus compañeros encausados con el argumento razonable de que todos obedecían sus órdenes.

Pero no, la gallardía, la verdad y el arrepentimiento no son las cualidades de esta banda de en la que se quiere apoyar Sánchez para gobernar. Un club bicéfalo con Puigdemont de prófugo y Junqueras de preso preventivo y los dos enfrentados entre sí y esperando la sentencia del Tribunal Supremo.

Y empeñados en que Pedro Sánchez conceda en el otoño los indultos a los que resulten condenados. De ahí el empeño de Rufián en que sus aliados Sánchez e Iglesias, a los que ERC ofrece en pago su abstención, alcancen el Gobierno de coalición desde donde el presidente Sánchez podrá hacer uso de la prerrogativa que tiene para indultar.

Sabiendo, como sabe Rufián, que en caso de que Sánchez dude siempre contará con el apoyo de Iglesias -el que dice que en España ‘hay presos y exiliados políticos’- para impulsar medidas de gracia que sin duda caerían como un obús sobre la gran mayoría del pueblo español.

Rufián ofrece la abstención de ERC solo porque quiere los indultos para Junqueras y el resto de la banda. Y porque teme Rufián que si Sánchez pacta un gobierno alternativo al de Podemos con Cs o con el PP, en ese caso, los indultos no serán posibles porque su no concesión sería una de las premisas que impondrían Pablo Casado y Albert Rivera antes de lograr un pacto con Pedro Sánchez.

O sea, que menos componendas y llamamientos de Rufián a la unidad de la izquierda en un gobierno de coalición -que ahora parece liquidado- y más decir la verdad. Que no es otra que la de explicar a todo el mundo que ERC ofrece su abstención a Pedro Sánchez a cambio de su compromiso (se entiende que secreto) de conceder los indultos a los golpistas que resulten condenados en la sentencia del Tribunal Supremo que el mes de septiembre se publicará.