La semana que termina ha sido tensa y anuncia una subida de tono en la anunciada campaña campal de los CDR de Torra durante la celebración del Consejo de Ministros que Pedro Sánchez presidirá el próximo viernes 21 en Barcelona y el esperado encuentro entre Sánchez y Torra.

Encuentro de donde saldrá una temeraria fotografía de ambos personajes que provocará indignación en toda España, dado que Torra ya ha pisado por dos veces la raya de la legalidad al no impedir la violencia de los CDR y al anunciar la bélica vía eslovena para el desafío catalán

¿Acaso espera Sánchez que Torra le garantice los Presupuestos de 2019 para permanecer en el poder hasta 2020? El crédito que Sánchez le dio a Torra en su idílico encuentro en La Moncloa, con intercambio de regalos y paseo por los jardines del palacete, se acabó. Pero parece que Sánchez todavía piensa que Torra es de fiar, cuando su gobierno y su partido están jaleando la batalla campal contra el Consejo de Ministros de Barcelona.

Con quien Sánchez se debería reunir en la ciudad condal es con los lideres de los partidos constitucionales de Cataluña, Cs, PSC y PP y nadie más. Pero está visto que el Presidente no escarmienta ni siquiera después del batacazo del PSOE en Andalucía y de la creciente rebelión de dirigentes socialistas de toda España por los continuos favores de Sánchez a los golpistas, lo que está causando estragos entre los votantes del PSOE.

Además por lo que sabemos de Torra tampoco hay que descartar que al riesgo de la foto temeraria se le una algún incidente provocado por Torra durante la reunión, algo que puede ocurrir y que sería un desastre para Sánchez y para el PSOE.

Y a no perder de vista los incidentes que ocurrirán en la anunciada, por los CDR, violenta manifestación contra el Consejo de Ministros, donde todo es posible y donde numerosas personas pueden resulta heridas y no digamos si muere alguna de ellas en línea con los precedentes de la vía eslovena.

Por todo ello se entiende que los líderes nacionales de PP y Cs, Casado y Rivera le pidan a Sánchez que no se reúna con Torra y aplique el 155 antes de que sea demasiado tarde. Pero Sánchez es el amo del ‘no es no’ y por ello no atenderá a razones y está decidido a hacerse la foto con Torra ante los ojos de todos los españoles que no lo aprobarán.