Reflexiones sobre el resultado del 21-D
Como Santo Tomás muchos votantes de los partidos soberanistas, ERC y PDeCAT, siguen convencidos que la aventura de la independencia no tiene coste económico y social en Cataluña. Y en la ceguera permanecerán hasta que prueben en un tiempo no lejano y en sus propias carnes o en su entorno familiar y laboral los efectos que incluyen la ausencia de seguridad jurídica y la falta de estabilidad política en Cataluña.
Lo que en solo unos meses lo podrán comprobar si el bloque soberanistas -esta vez presidido por ERC- se decide a formar Gobierno con ERC, PDeCAT, CUP con el apoyo o la abstención de en En Comú Podem (Iglesias y Colau). Un Gobierno que nacería con graves divergencias políticas internas por la ausencia de Puigdemont y probablemente con la débil presidencia de Marta Rovira lo que conduce a pensar en un destrozo económico y social de gran calado y en una repetición electoral en el otoño de 2018.
Y naturalmente y en ese caso, estaríamos en un Gobierno catalán ubicado bajo la espada del 155, que volverá a caer en Cataluña sobre la Generalitat ante el mínimo intento de violación de la legalidad o de las decisiones de los jueces ordinarios y del Tribunal Constitucional.
Además que los soberanistas -lo que aún está por ver- puedan volver a gobernar (por el irregular reparto de escaños en las provincias catalanas) no quiere decir que sus partidos sean los más votados en toda Cataluña, ni entre los siete partidos aspirantes porque ERC, PDeCAT y CUP pueden ser segundo, tercero y séptimo en el escalafón catalán. Lo que significaría que C’s puede ser el primero, PSC el cuarto, En Comú Podem quinto y PP sexto, y además y sobre todo el bloque españolista podría ganar en el total de los votos los comicios.
Y si ello fuera así entonces se podría decir que la mayoría de los catalanes rechaza el proceso independentista y aprueba la aplicación del artículo 155, lo que supondría una derrota en toda regla del soberanismo aunque luego en el reparto de escaños ambos bloques obtengan, sin lograr la mayoría, un resultado parecido lo que daría a Iglesias y Colau la llave del Gobierno.
Ahora bien si Arrimadas logra que C’s sea el partido más votado eso será un triunfo españolista sin precedentes en la Historia reciente de Cataluña. Y a la vez impedirá que Iceta se alce con la presidencia del Govern desde el cuarto lugar del resultado electoral e incluyendo a los separatistas de ERC en su modelo de gobierno ‘frankenstein’ a la catalana, un pacto contra natura de esos que tanto le gustan a Pedro Sánchez con tal de llegar al poder.
En todo caso apenas quedan 48 horas para que finalice el recuento electoral y se levante el telón del escenario que nos presentará el nuevo mapa político catalán.